Científicos del departamento de Dirección y Gestión de Empresas de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Almería han realizado un estudio dirigido a la elaboración de modelos explicativos y empíricos que guíen a las empresas de los diferentes sectores productivos hacia la sostenibilidad ambiental de sus actividades. El responsable de la investigación es el profesor José Céspedes Lorente.
El aspecto más innovador del proyecto es que trata de ofrecer a las empresas guías sobre la forma de integrar los objetivos ambientales con los objetivos económicos, dentro de su estrategia empresarial, para obtener la mayor rentabilidad posible.
Entre las conclusiones obtenidas en el estudio destaca, de una parte, la actitud tomada por las empresas, ya que cuando la incertidumbre es elevada, las organizaciones optan mayoritariamente por limitarse a cumplir la regulación existente. Sin embargo, cuando las empresas participan activamente en redes de intercambio de información e interactúan con otras organizaciones cercanas geográficamente, como ocurre en el complejo agrario almeriense, se suelen generar competencias que facilitan la implantación de tecnologías verdes.
De otra parte, los investigadores de este proyecto han intentado realizar un perfil de condiciones bajo las que los sistemas de gestión empresarial pueden mejorar la rentabilidad económica de las empresas que invierten en protección del medio ambiente. En este sentido, han determinado que factores como la adopción de prácticas adecuadas de gestión de recursos humanos, la creación de una red de información en la que participen otras empresas e instituciones, o la orientación a la innovación, contribuyen al éxito económico de la adopción de procesos productivos y productos ambientalmente responsables.
Este estudio, iniciado en 2006 y que ha contado con una financiación de 43.500 euros por parte del antiguo Ministerio de Educación y Ciencia, ha tratado tres cuestiones ambientales que se plantean en el ámbito empresarial: analizar los factores externos que motivan a las empresas a adoptar posturas proactivas (aquéllas que inducen a las empresas a ir más allá de lo meramente exigido en la normativa) respecto a la protección ambiental; estudiar el desarrollo de dichas estrategias en las empresas, analizando los factores que inciden positivamente en su formulación e implantación; e investigar la existencia de una posible conexión entre la proactividad ambiental de las empresas y su rentabilidad económica y financiera.