Telefónica ha presentado esta semana la novena edición del informe La Sociedad de la Información en España correspondiente a 2008, que contó con la presencia del Ministro de Industria, Comercio y Turismo, Miguel Sebastián, que presidió el acto, y de César Alierta, presidente de la compañía. Este informe, convertido en un referente en lo relacionado con el entorno de las nuevas tecnologías, realiza un estudio y descripción exhaustivos de la situación actual y del nivel de desarrollo de la sociedad de la información en España. Además, ofrece una fotografía de la evolución y mejoras que se han producido con respecto al ejercicio anterior y perfila las líneas de crecimiento y las nuevas tendencias hechas por los expertos del sector.
Se acentúa la utilización del Green IT
El calentamiento global debido a la acción del hombre es casi una realidad probada y sus efectos se sienten cada año en todas las geografías. La gravedad del problema ha llevado a todos los sectores industriales a evaluar su implicación en el cambio climático y al seguimiento de su «huella de carbono» (Carbon Footprint). En este entorno, el sector de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones es uno de los más concienciados al ser el responsable de aproximadamente el 2% de las emisiones globales de CO2 en el mundo. Por ello, muchas de las medidas que se han comenzado a adoptar son aquellas que contribuyen a reducir el consumo energético propio, a través de numerosas soluciones. Pero más allá, el sector de las TIC puede contribuir a la reducción de las emisiones de otros sectores industriales, en especial el energético y el de transportes, y en edificios. La estimación de la reducción potencial de emisiones por el uso de las TIC en todos ellos se valora entre el 40% y el 60%.
En lo que respecta al autoconsumo, la industria de las TIC está abanderando la corriente green computing, aplicando tecnologías de ahorro energético de respeto al medio ambiente en la fabricación y uso de sistemas informáticos. En línea con esta tendencia:
- Los equipos informáticos y de red se fabrican cada vez más atendiendo a criterios de ahorro energético:
- Desde el lado de la red, se están introduciendo equipos con procesadores, componentes y modos de standby y espera más eficientes. En este punto y dado que la infraestructura predominante en un futuro serán las redes de banda ancha, hay que señalar la importancia de desplegar las nuevas arquitecturas de red basadas en fibra óptica como FTTx (arquitecturas de redes de transmisión de alto desempeño basadas en tecnología óptica) y xPON (redes ópticas pasivas), ya que estas ayudarán a mejorar notablemente la eficiencia energética. Por otro lado, las redes móviles de nueva generación (3G, LTE) son hasta 10 veces más eficientes que las de hace 25 años (NMT, AMPS) y disponen de hasta 8 veces mayor capacidad por lo que a medida que se vaya extendiendo su despliegue se producirán también estas mejoras. En líneas generales se trata de transformar las redes «always-on» (siempre encendidas) en redes «always-available» (siempre disponibles) mejorando los modos de espera, hibernación y apagado.
- Los dispositivos de acceso y la electrónica de consumo son el otro elemento clave para optimizar el ahorro energético. Las «cajas negras» en casa del cliente consumen la mayor parte de la energía en redes de banda ancha. Los dispositivos electrónicos residenciales consumen el 12% de la energía del hogar y aproximadamente el 4,4% de la energía total de un país.16 En línea con esto se está trabajando en la estandarización de los componentes y «set-top-boxes», tanto en requisitos funcionales e interfaces como en políticas de eficiencia energética. Destaca aquí el programa voluntario internacional Energy Star, centrado en la electrónica de consumo (en estos momentos se han completado las especificaciones para televisores, cargadores de batería y «set-top-boxes», y próximamente se revisarán los de ordenadores, monitores y equipos de imagen) y los «Códigos de Conducta» centrados en fijar los consumos máximos de energía que deben respetar tanto los equipos de red como los equipos residenciales y SOHO de banda ancha desplegados en casa del cliente. También es importante la optimización de los cargadores de batería de los terminales móviles ya que alrededor del 11% de la energía consumida por los teléfonos móviles es desperdiciada en el proceso de carga de la batería.
- Por otro lado se está trabajando en la optimización de los Centros de Datos ya que se prevé que el sector de las tecnologías de la información sea clave en los próximos años y experimente un espectacular crecimiento. En la actualidad alrededor del 1% del consumo total de energía en los países desarrollados proviene de éstos. Las líneas de trabajo se centran en:
- La gestión del suministro energético. Estableciendo los nuevos Centros de Datos junto a granjas eólicas o de paneles solares o promoviendo la incorporación de fuentes sostenibles de energía a su red de suministro eléctrico, así como la priorización en la compra de dispositivos y equipos más eficientes en el consumo de energía.
- La optimización de la refrigeración activa de los equipos. Los equipos electrónicos deben mantenerse en condiciones estrictas de temperatura (rondando los 15 ºC – 18 ºC) y humedad para asegurar su correcto funcionamiento por lo que la generación de frío se convierte en el componente principal de la factura energética (y de CO2). BT y Huawei proponen una combinación de aire frío del exterior (gracias a localizaciones geográficamente favorables), armarios optimizados para la refrigeración (de bajo consumo) y una organización de las salas de equipos en los que los flujos de aire caliente y frío están mejor separados. De este modo consiguen disminuir las necesidades de energía (según simulación) en un 37%. Países como Canadá, Islandia o Lituania ya se están ofreciendo para alojar los Centros de Datos del futuro.
El uso de técnicas de consolidación y virtualización. En el entorno de IT, la consolidación se refiere a juntar elementos que están distribuidos para pasar a formar parte de uno mayor, estandarizando los procesos, eliminando capacidades redundantes y mejorando los niveles de uso de los recursos disponibles.
El objetivo es conseguir reducir los costes del hardware y software, simplificar la gestión y operación de los sistemas y reducir el consumo energético. Por otro lado, la virtualización es una técnica que oculta las características físicas de los recursos informáticos a las aplicaciones que soportan y a sus usuarios, y que posibilita que múltiples recursos físicos puedan ser emulados dentro un solo dispositivo de mayor capacidad.
Las técnicas de virtualización se pueden aplicar a los diferentes componentes de las infraestructuras TIC, tales como los servidores, los puestos clientes (de usuario), al almacenamiento y a la red. La virtualización de servidores permite, por ejemplo,mediante la compartición del hardware reducir a un 30% la infraestructura que necesita una aplicación sin impactar en su rendimiento de cara al usuario final.
Virtualización y Consolidación son dos conceptos diferentes pero que en la realidad van muy unidos, ya que la virtualización es una buena herramienta para consolidar y, de hecho, en la mayoría de los proyectos consolidación se aprovecha la oportunidad para virtualizar dispositivos e infraestructuras TIC. Por otro lado, el avance de nuevos conceptos TI también contribuye a la mejora de la eficiencia energética en el sector. Es el caso del Utility computing, término también conocido como computación bajo demanda consistente en el empaquetamiento de recursos computacionales (procesamiento, almacenamiento y comunicaciones) que permite su presentación como servicio, de la misma manera que cualquier otro servicio físico de utilidad pública (tales como electricidad, agua, gas natural, o red telefónica). Existen distintos modelos como la técnica de ejecutar un solo cálculo en varios ordenadores, conocida como computación distribuida. El término grid computing se usa a menudo para describir una forma particular de la informática distribuida, donde los nodos están distribuidos geográficamente o pertenecen a dominios administrativos diferentes y gracias a la que es posible coordinar granjas de servidores en el procesamiento de gran cantidad de información que de otro modo no se podría tratar. Por otro lado se encontrarían los servicios cloud computing que se podrían definir como un conjunto abstracto de dispositivos e infraestructuras, altamente escalables, capaces de alojar y ejecutar aplicaciones de usuario final, que serán facturados en función del consumo que realicen, entendiéndose éste como la utilización de capacidades de procesamiento, almacenamiento y red, con el objeto de dar acceso universal a la información y las aplicaciones.
Finalmente y en relación con todos estos conceptos se encontraría la tendencia de provisión de Software como Servicio (SaaS, Software as a Service), que se basa en la creación de una infraestructura completa para la prestación de un servicio incluyendo todos los componentes: Centro de Datos, hardware, software, personal de administración y soporte, centro de atención al cliente, etc. Una vez puesto en marcha, la misma infraestructura se comparte entre múltiples clientes con lo que se comparten los recursos (menos gasto y menos CO2 por cliente) y se puede ofrecer el mismo servicio a un precio más barato. Este término podría definirse como un software que reside en la red y al que se accede vía Internet como un servicio que presta la misma.
Pero el gran potencial de las Green IT es contribuir a reducir el restante 98% de emisiones de CO2. De hecho, en Australia se ha evaluado en un 4,9% el potencial de reducción de las emisiones totales de CO2 del país por medio de las TIC. Según un informe elaborado por la Global eSustainability Initiative, un asociación formada por compañías del sector TIC, la aplicación inteligente de las nuevas tecnologías en otros sectores ayudaría a redu- cir en 7.800 millones de toneladas las emisiones a través no sólo del tradicional teletrabajo y la videoconferencia sino aplicada a motores, edificios, el transporte, la logística, la red eléctrica, etc. En la actualidad hay un amplio conjunto de servicios que ya favorecen esta reducción:
- En el caso de los viajes, los servicios de video-conferencia, audio-conferencia, tele-educación, tele-monitorización, tele-medicina y tele-asistencia.
- En el ámbito del consumo, la sustitución de procesos tradicionales por procesos electrónicos: atención virtual, pago electrónico, e-Administración, e-sanidad…, y en otras áreas; vídeo y música bajo demanda (viídeo club online), papel electrónico, oficina sin papeles, etc.
- En el ámbito del transporte el teletrabajo, el homeshoring, el comercio electrónico, los sistemas de asistencia para la «conducción ecológica», etc.
- En el ámbito de la energía los sistemas que ayudan a controlar la eficiencia energética en edificios.
Todos estos servicios están ya disponibles pero para que sean accesibles a toda la sociedad es necesario el despliegue de arquitecturas de red FTTH (Fiber to the home, fibra hasta la casa) no sólo porque sean más eficientes que las redes tradicionales (hasta un 6% según algunos expertos); sino porque son, ante todo, la base para la implantación de nuevas costumbres, usos y servicios sostenibles (e-Administración, e-sanidad, teletrabajo, etc.) que serán la clave para atajar el cambio climático y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.