La investigación intensiva y la continua labor de desarrollo de sistemas de calefacción de biomasa sitúan a KWB a la vanguardia de la innovación y la tecnología en el ámbito de los sistemas de calefacción de biomasa en toda Europa. El 20 por ciento del volumen de negocio del último año, 47,1 millones de euros, se ha invertido en investigación y desarrollo.
La empresa austríaca posee el centro privado de investigación de la biomasa más grande de Europa, en el que trabajan 23 de sus 182 empleados. KWB es reconocido internacionalmente, cuenta con numerosos socios de investigación y colabora con instituciones de renombre como el Instituto Fraunhofer o el Instituto Alemán de Aeronáutica y Astronáutica.
El uso de la energía orgánica se está convirtiendo en una verdadera pasión a gran nivel, según explican Erwin Stubenschrott y Stephan Jantscher, máximos responsables de la gestión de KWB. Lo que comenzó como un sistema de calefacción para atender una urbanización, ha pasado ahora a contar con más de 25.000 clientes en toda Europa, que utilizan el calor de la calefacción de biomasa KWB.
Y la expansión geográfica de KWB es una demostración más del protagonismo y la confianza que supone la calefacción con biomasa. Se comenzó con el establecimiento de una filial en Francia, y ahora KWB dispone de oficinas en once países y de interesantes mercados en toda la UE.
La gama de productos KWB incluye calderas con potencias desde 10 a 300 kW, que funcionan con pellet, virutas de madera y troncos. Las calderas disponen de tanques de almacenamiento intermedio, los cuales se pueden reforzar con silos complementarios conectados mediante diversos sistemas: tornillos sinfin, alimentación neumática, etc. La variedad en la gama y los sistemas permite al cliente poder optar por el sistema de calefacción de biomasa KWB más adecuado a sus necesisdades. Todas las calderas KWB están equipadas con un sistema de control mediante microprocesador, el Confort 3.0, que facilita y simplifica el control de la caldera.