Grupo Ágora Solutions, corporación española especializada en la aplicación práctica de servicios y soluciones de TI, anuncia la creación de la nueva empresa Ágora Kioto, especializada en servicios de consultoría, auditoría e implementación de soluciones de eficiencia energética que contribuyan al cumplimiento de los objetivos del Protocolo de Kioto por parte de las empresas españolas.
El 11 de diciembre de 1997, los países industrializados se comprometieron, en la ciudad japonesa de Kioto, a ejecutar un conjunto de medidas para reducir un 5,2% las emisiones de gases de efecto invernadero globales para el periodo 2008-2012.
Según las cifras de la ONU, se prevé que la temperatura media de la superficie del planeta aumente entre 1,4°C y 5,8 °C de aquí a 2100, un fenómeno conocido como “Calentamiento global”. Con el objetivo de hacer frente al cambio climático y minimizar sus impactos, el Protocolo obliga a los países firmantes a reducir las emisiones de los 6 gases de efecto invernadero de origen humano, como dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), además de tres gases industriales fluorados: hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6).
Hoy, el potencial técnico disponible es suficiente para cubrir todas las necesidades y aspiraciones de la sociedad con un gasto de energía mucho menor. Una reducción de las necesidades energéticas en los procesos industriales se traduce en menor coste de facturación y, por tanto, en una demanda más baja, lo que ayuda a disminuir la producción de residuos. De este modo, el impacto ambiental causado por el C02 y otras emisiones es también menor.
Ágora Kioto nace con el objetivo de contribuir al desarrollo y fortalecimiento del tejido empresarial, supliendo la mala gestión y la falta de formación técnica que provocan un débil aprovechamiento del potencial de la tecnología eficiente disponible en la actualidad.
La compañía ofrece servicios integrales de “auditoría energética”. Esta auditoría puede llevarse a cabo de tres modos:
- Diagnóstico energético de los perfiles de consumo energético de las instalaciones de la empresa y las oportunidades de mejora.
- Evaluación energética de las instalaciones y procesos de la empresa, con indicadores económicos operativos que permitan la toma de decisiones de su implementación. Tras esta evaluación, Ágora entrega al cliente el estudio de propuestas de mejora.
- Solución a medida: análisis personalizado y a medida según las necesidades específicas del cliente, con los estudios correspondientes de propuestas de mejora tecnológica y/o buenas prácticas.
La auditoría energética, por tanto, comienza por la identificación del consumo y los costes de energía de la empresa (electricidad y combustible) y su evolución a lo largo del tiempo, para elaborar las medidas que permitan eliminar las pérdidas, maximizar la eficiencia y optimizar el suministro de energía.
La oferta de Ágora Kioto incide así en tres factores clave para las organizaciones: rentabilidad, a través de la optimización del gasto energético; productividad, mediante la optimización de equipos y procesos; y rendimiento, gracias a la racionalización del uso energético.
Certificación de Sistemas de Gestión Energética
Junto a los servicios de auditoría energética, Ágora Kioto ofrece asesoría para el diseño e implantación de Sistemas de Gestión Energética, de acuerdo a la norma UNE 216301: 2007, para aquellas organizaciones que deseen mejorar la eficiencia de sus procesos de forma sistemática, incrementar el uso de energías renovables o excedentes y proyectar hacia la sociedad y hacia los clientes o usuarios la imagen de una organización innovadora y socialmente responsable.
La implantación y certificación de un Sistema de Gestión Energética ofrece grandes ventajas para las empresas, desde una mejor valoración en la contratación pública a la reducción de las emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero, mejoras competitivas y de imagen u obtención de seguros a menor coste. Asimismo, una política medioambiental de calidad demuestra el cumplimiento legal de la organización en materia energética, aumenta la transparencia y el diálogo con las partes interesadas (empresas, clientes y reguladores), mejora el acceso a la financiación y el control de costes, fomenta la innovación tecnológica y reduce incidentes y, por tanto, la responsabilidad legal por actuaciones medioambientales negligentes.