Martifer Solar ha comenzado con su plan de reforestación con las plantas solares que ha instalado y que ya operan a pleno rendimiento. La compañía plantará más de 9.300 plantas en un total de 24.432 m2. Martifer Solar tiene un fuerte compromiso con el Medio Ambiente y presta gran importancia a estas tareas de plantación, que no sólo harán que el entorno donde ha instalado la planta solar recupere su aspecto original, si no que en muchos casos, mejora, porque las plantas solares fotovoltaicas suelen instalarse en terrenos originalmente baldíos o degradados.
El CEO de Martifer Solar, Henrique Rodrigues, explica el valor que Martifer Solar da a la reforestación: “una empresa dedicada a las energías limpias, como la nuestra, no debe olvidar nunca que está contribuyendo a la mejora del Medio Ambiente por eso su obligación es recuperar las zonas en las que haya podido incidir su trabajo, dando así ejemplo de responsabilidad y respeto por la Naturaleza”.
La primera actuación de reforestación de Martifer Solar se está llevando a cabo en la planta solar fotovoltaica de Villarrobledo, en Albacete, es una instalación que ocupa una superficie de 5,4 hectáreas y tiene una potencia de 2,2 MW, suficiente energía para abastecer a más de 1.200 hogares.
Flora local
Todas las plantas que Martifer Solar usa para la reforestación son especies pertenecientes a la flora local, eso tiene muchas ventajas y ningún inconveniente, entre las ventajas: son especies adaptadas a la climatología de la zona y a sus terrenos, por lo que aguantan mucho mejor los periodos de sequía y de frío, por supuesto prosperan mejor que especies foráneas y no necesitan mantenimiento ni riego.
En total Martifer Solar plantará más de 9.300 plantas entre grandes árboles como encinas y pinos carrascos y especies subarbustivas como tomillo, retama y la alegre planta carraspique blanca, todo ello en una superficie de 24.423 m2, un 39% del terreno total. Tanto los árboles como los arbustos se plantarán de una forma aleatoria, no lineal, para adecuarse mejor al propio curso de la naturaleza y todo el perímetro de la finca estará rodeado por retama, lo que minimizará el impacto visual de la valla, contribuyendo además a crear corredores para la fauna.