La instalación, de 15 MW de potencia, producirá electricidad a partir de la combustión de paja de cereal generando 120 millones de kilovatios-hora, equivalentes al consumo doméstico de 50.000 viviendas de Castilla y León, a partir del consumo anual de algo más de 100.000 toneladas de biomasa.
La materia prima proviene principalmente de Burgos y Palencia, previendo para ello contratos a largo plazo (5-10 años) con agricultores y cooperativas.
Su puesta en marcha propiciará un gran desarrollo socioeconómico de la zona, especialmente del sector agrario, al estabilizarse e incrementarse la gestión de residuos agrícolas en la zona. Además, dará empleo directo a 25 personas y se estima que, de forma indirecta, trabajo a cerca de 80 personas.
Es un proyecto promovido por el EREN, en el que se ha incorporado la empresa Acciona Energía. Se prevé su puesta en marcha durante 2009.