La consultora inmobiliaria Jones Lang LaSalle ofrece los servicios de sostenibilidad en el sector inmobiliario a través de su departamento de Gestión Integral de Proyectos (PDS – Project Development Services). El nuevo servicio dará apoyo a los propietarios que opten con sus inmuebles a la obtención del Certificado de Eficiencia Energética o la certificación LEED.
Los inmuebles representan en el mundo el 12% del consumo de agua, el 30% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero, consumen el 70% de la electricidad y generan el 65% de los residuos vertidos. Un edificio medioambientalmente eficiente será siempre más rentable económicamente y para la humanidad.
El sector inmobiliario tiene como uno de sus principales retos para los próximos años minimizar su impacto sobre el medio ambiente, manteniendo un equilibrio sostenible entre humanidad, entorno y modernización. Trata de concienciar a los actores implicados y adecuar las edificaciones a las condiciones de cada habitat, de su población y de sus singularidades climáticas. De este modo se contribuye al ahorro energético, logrando edificaciones eficientes, altamente rentables y de alto valor ya que proporcionan mejores condiciones de ocupación a sus usuarios, a la par que disminuye su impacto en el medio ambiente, gracias a una reducción considerable del consumo de energía, recursos y emisiones de CO2, lo que queda evidenciado desde el primer momento en la reducción de los costes operativos.
Mediante este nuevo servicio establecido por la consultora inmobiliaria Jones Lang LaSalle, el cliente se beneficiará en todas las áreas relacionadas con la sostenibilidad: ACT, EPC, Auditoría de eficiencia y LEED.
ACT – Acting for a cleaner tomorrow (actuando para un futuro más limpio)
Consiste en la implementación de medidas, prácticas y procesos sostenibles que son económicos, permitiendo reducir el impacto ambiental durante el uso del edificio y obteniendo un significativo ahorro de costes operativos con una baja inversión inicial. Para esta implementación deben tenerse en cuenta los objetivos sostenibles marcados por la empresa, el presupuesto disponible y el estado actual del edificio.
EPC – Energy Performance Certificates (Certificado de Eficiencia Energética)
Este servicio persigue brindar a los propietarios, inquilinos y posibles compradores, información acerca del nivel de eficiencia energética y consumo, lo que permite realizar una valoración objetiva del activo y realizar recomendaciones de mejora si las hubiese, además de ser una valiosa información como argumento en la compra o en la venta del inmueble.
Auditoría de eficiencia
Consiste en evaluar y cuantificar los niveles de consumo de energía existentes en una edificación y sus instalaciones, ya sea de oficinas, centros comerciales u hoteles. El propósito de la Auditoría de Eficiencia es detectar y medir las opciones rentables para el ahorro de energía y reducción de emisiones de CO2 con la finalidad de proponer acciones en la optimización energética. Los beneficios que se obtendrían de esta Auditoría de Eficiencia son el conocimiento del consumo actual de energía y control de la facturación, posibilidad de aumentar la rentabilidad a través de mejoras y contribuir al desarrollo de una política de crecimiento sostenible.
LEED
El certificado LEED del Green Building Council está dirigido a edificios de cualquier tipología (residencial, oficinas, laboratorios, hoteles, colegios y universidades, edificios públicos) de nueva construcción, o los existentes sujetos a realizar una gran remodelación. Jones Lang LaSalle asesora en la adaptación de los inmuebles para la tramitación de las certificaciones LEED. La experiencia de Jones Lang LaSalle muestra que este es el camino ya que los edificios certificados LEED superan a los no certificados en índice de ocupación, precio de venta y alquiler ya que han sido concebidos con criterios de eficiencia energética, consumo de agua y calefacción.
Según indica Mark Reynolds, director del departamento de gestión integral de proyectos de Jones Lang LaSalle (PDS): “con la sostenibilidad aplicada a los edificios se alcanzan sin duda beneficios tanto económicos como sociales. Realizando todas las fases de consultoría medioambiental en un edificio y aplicando las medidas necesarias se puede ahorrar hasta un 30% de energía, entre un 30 y un 50% de consumo de agua, mejora la imagen corporativa, y que todo ello redunda en unas mejores condiciones de ocupación, mayor productividad y aumento del nivel de satisfacción de los usuarios. En cuanto al apartado económico hay una notable mejora de los costes operativos y un aumento del valor del activo”.