Las cubiertas de las viviendas y los edificios urbanos se convertirán en los próximos años en el mercado principal de las energías renovables en España, según ha señalado el director de comunicación de Integración y Sistemas de Energías Renovables (ISER), David Rodríguez, que ha explicado que este espacio mejorará la calificación de los edificios y, además, supondrá una fuente de ahorro directo para los inquilinos.
David Rodríguez ha explicado que el crecimiento del sector fotovoltaico en los últimos años en la península ha sido “excesivamente rápido” y, en menos de tres años, se han cubierto los objetivos previstos para una década. Actualmente, se estima que en España hay más de 3.000 megavatios funcionando, de los que casi el 98% son instalaciones de gran tamaño. Esto sitúa a nuestro país a la cabeza de Europa junto con Alemania en potencia fotovoltaica instalada, Este sobrecrecimiento del sector es consecuencia de la implantación de numerosas instalaciones de módulos fotovoltaicos en suelo, conocidas como huertos solares, que garantizan una alta producción eléctrica y negocio a corto plazo, pero que no tiene en cuenta criterios como el impacto visual, el crecimiento sostenible o la demanda real de la zona donde se instalan, según el responsable de comunicación de Iser.
Por ello, David Rodríguez ha incidido en la necesidad de reorientar el modelo de negocio a instalaciones de pequeño y mediano formato ubicadas en viviendas y edificios urbanos que autoabastezcan a los vecinos de sus necesidades eléctricas, el agua caliente sanitaria y el acondicionamiento de espacios, con lo que se reduciría la factura eléctrica familiar y se reduciría la contaminación ambiental En este sentido, el portavoz de Iser ha recordado que por cada megavatio a la hora de producción de energía fotovoltaica, esto es, producida a través del sol y evacuada a la red de distribución se ahorran 400 kilogramos de CO2. Este modelo reduciría también la dependencia de otros sistemas de captación y producción energética más contaminantes o peligrosos –como el nuclear- y, paralelamente, la dependencia de los actuales gestores de los recursos mundiales.
El representante de Integración y Sistemas de Energías Renovables (ISER) ha comentado también que la nueva normativa comunitaria que fija las exigencias de eficiencia energética de los edificios es una llamada de atención a este mercado, ya que la energía “se necesita esencialmente en los núcleos urbanos e industriales, y pierde rentabilidad y eficiencia si tenemos que distribuirla a grandes distancias desde la planta de producción a la zona de consumo”.
Además, los edificios representan el 40% del consumo de energía en la Unión Europea, por lo que las mejoras en la construcción pueden ayudar a resolver los problemas de dependencia energética y del aumento de emisiones de CO2, según ha declarado David Rodríguez en la Feria Internacional de Energía y Medio Ambiente – Genera.