La transición efectiva hacia un modelo energético más sostenible puede crear alrededor de 600.000 nuevos empleos en España hasta el año 2030 y arrojar un balance positivo para la economía nacional en términos de PIB, ha manifestado Esteban Morrás, Director General de la División de Energía de Acciona, durante su intervención en el I Congreso Nacional PYME y Medio Ambiente, inaugurado ayer en Estella (Navarra). Morrás apostó por el cambio de modelo energético como “la mayor oportunidad disponible para salir de la crisis”.
El directivo de Acciona subrayó que el cambio de modelo energético es especialmente urgente en España, debido al crecimiento de las emisiones de CO2 –es el país europeo más alejado de cumplir Kioto-, la elevada dependencia energética exterior –superior al 80%, (20 puntos por encima de la media comunitaria)- y la escalada del desempleo, que ha situado a nuestro país con la mayor tasa de paro de la UE (17,4% a marzo de 2009) y más de 3,6 millones de desempleados.
Frente a ese panorama negativo, Morrás recalcó que España se encuentra muy bien posicionada para liderar el proceso de transición energética, aportando algunos ejemplos ilustrativos del liderazgo español en energías renovables. Entre ellos, recordó que es el tercer mercado eólico mundial y el segundo en energía solar; la industria nacional de las renovables ha creado ya a unos 190.000 empleos directos e indirectos; cuenta con empresas líderes mundiales en promoción eólica y fabricación de aerogeneradores, y está entre los cinco países más atractivos del mundo para invertir en energías limpias, según el ranking elaborado por Ernst & Young.
“No podemos dejar escapar esta oportunidad, porque los países que hoy sean pioneros en energías renovables, serán los líderes energéticos del futuro”, subrayó Morrás.
Positivo para la economía
El directivo de Acciona incidió en que la transición energética en España requiere un impulso tanto por parte de los poderes públicos como del mundo empresarial y mencionó tres objetivos alcanzables para el año 2030: un 50% de la electricidad procedente de fuentes renovables; un 50% de vehículos eléctricos puros e híbridos recargables -14 millones de unidades, con un 30% de biocombustibles para el resto del parque- y un 50% de reducción de emisiones en el sector residencial y terciario, a través fundamentalmente de medidas de ahorro y eficiencia. En el ámbito eléctrico, el objetivo propuesto supondría un primer paso para lograr un mix de generación 100% libre de emisiones en 2050.
Conseguir dichos objetivos exigiría, según Morrás, una decidida y coordinada actuación en ámbitos como el desarrollo de las tecnologías renovables de generación eléctrica –hasta 90.000 MW acumulados en 2030-, la I+D en tecnologías no emisoras de gran escala, el transporte, el desarrollo de redes inteligentes, la eficiencia energética en la edificación y el impulso de la bioenergía.
Según las cifras aportadas por el ponente, ello requeriría invertir unos 487.000 millones de euros hasta 2030 -unos 22.100 millones de euros anuales de media, equivalentes al 2,2% del PIB actual-, lo que triplicaría la inversión prevista de mantenerse la tendencia actual. Pero ese incremento de la inversión –estimado en unos 325.000 millones adicionales a la necesaria de proseguir el modelo actual- se vería compensado por el ahorro en importaciones energéticas, que alcanzaría 350.000 millones de euros en el mismo período (para un precio medio de referencia del petróleo de 100 dólares el barril). El 88% de la inversión requerida correspondería a capital privado y el 12% a fondos públicos en el conjunto del período considerado.
87.000 millones de recaudación fiscal
Morrás destacó otros efectos positivos del escenario sostenible en la economía española, entre los que citó la creación de 600.000 nuevos empleos, frente a 112.000 en el escenario tendencial. En este aspecto, remarcó que, a partir de un precio del petróleo en torno a 66 dólares/barril, por cada dólar de aumento, el escenario sostenible crearía 5.464 empleos anuales más que el referido escenario tendencial. Y puso de manifiesto que el precio del petróleo volverá a subir a medida que avance la recuperación económica.
Entre otras consecuencias positivas del nuevo modelo, mencionó asimismo el desarrollo de una industria nacional de avanzada tecnología en posición de liderazgo mundial, la reducción de la dependencia energética exterior en 25 puntos –un 55%, frente al 80% hoy-, y el descenso de las emisiones de CO2 en un 14% desde los niveles actuales, frente a un aumento previsible del 25% si no se actúa.