El Gobierno autonómico de Castilla-La Mancha ha solicitado a la Unión Europea destinar, de los fondos procedentes para Desarrollo Rural, una subvención de 450 euros por hectárea de monte limpio con el fin de potenciar el cuidado de los montes, evitar incendios, alimentar la planta de biomasa y fomentar el mantenimiento de medio ambiente.
Barreda hacía este anuncio en Corduente (Guadalajara) junto al presidente de Iberdrola Renovables, Ignacio Galán, en la inauguración de la primera central de biomasa forestal de España. Se trata de la primera instalación del país que utiliza residuos forestales para generar energía eléctrica. Su principal función es evitar incendios y plagas.
En este contexto Barreda aseguró que el futuro que quiere para Castilla-La Mancha es “un futuro de desarrollo sostenible, de trabajo, riqueza y bienestar social”. Así, y tras agradecer la apuesta de Ibedrola por Castilla-La Mancha, recordó que la idea de la central de biomasa se tomó en un momento complicado para el Alto Tajo, cuando se produjo un terrible incendio, y el presidente de Iberdrola tuvo “la sensibilidad de atender nuestra demanda cuyo resultado es además de la creación de energía, la de puestos de trabajo”, apuntó.
Con la puesta en marcha de esta planta, se crean 18 puestos de trabajo de operación y mantenimiento y otros 14 relacionados con las actividades de gestión, transporte y almacenaje de biomasa. La Empresa Pública de Gestión Ambiental de Castilla-La Mancha (GEACAM) empleará a otras 250 personas entre los meses de octubre y marzo para alimentar de residuos forestales la instalación.
La Central de Corduente produce la energía eléctrica necesaria -14 millones de kilowatios al año- para el abastecimiento de energía eléctrica de unos 14.000 habitantes, lo que equivale a toda la población del Señorío de Molina de Aragón.
26.000 toneladas de residuos
La Central de Corduente va a utilizar unas 26.000 toneladas de residuos forestales al año, que obtendrá de las labores de limpieza y poda de los montes por parte de la Junta en el marco de sus campañas de prevención y extinción de incendios.
Los estudios técnicos realizados por la Universidad de Castilla-La Mancha e Iberdrola Ingeniería previos a la construcción fueron determinantes para la elección de Corduente, tanto por su proximidad a la materia prima, como por las buenas comunicaciones y la existencia de las líneas adecuadas para evacuar la electricidad.
Además, permitirá a Iberdrola Renovables avanzar en la investigación sobre la electricidad producida a través de la biomasa. Junto a la Universidad de Castilla-La Mancha, la compañía está realizando importantes avances en la gestión y logística de almacenamiento de este tipo de energía. También se llevan a cabo estudios en la planta sobre la evolución de la calidad del material almacenado y el aprovechamiento de las cenizas procedentes de la combustión de biomasa para su uso agrícola.
La Central de Biomasa de Corduente es una muestra más de la firme apuesta de Iberdrola Renovables por el desarrollo de las energías limpias en Castilla-La Mancha, donde ha invertido más de 2.400 millones de euros desde su implantación en la región en 1999.
Este proyecto, de 2 megawatios, viene a sumarse a las otras fuentes de energía renovable que ya promueve la compañía en la región: eólica (con 1.835 megawatios), termosolar (50 megawatios, situados en la recientemente inaugurada central de Puertollano, en Ciudad Real), y minihidráulica (95 megawatios). En total, suman 1.982 megawatios (el 38,6% de la capacidad de la Compañía en España), que sitúan a la Empresa como líder en potencia y producción de energías renovables en Castilla-La Mancha.
Con esta potencia, se podría abastecer de energía eléctrica durante un año a los tres millones de personas que forman la población de Castilla-La Mancha. Iberdrola Renovables ha creado más de 550 empleos en la región en diez años.