Un equipo de 19 estudiantes de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid y de la Graduate School of Architecture, Planning, and Preservation, de la Universidad de Columbia (Nueva York) coordinado por los arquitectos españoles José Manuel López-Peláez, Ingrid Campo-Ruiz y el estadounidense Phillip Anzalone, ha proyectado y construido un prototipo de arquitectura con materiales reciclados que albergará exposiciones temporales del Museo del Traje durante el verano.
Esta iniciativa se ha puesto en marcha desde las dos Escuelas con el objetivo de promover entre los futuros arquitectos el interés por la investigación, el desarrollo y la innovación de proyectos realizados alrededor de dos ideas: el desarrollo de nuevas aplicaciones de materiales reciclados y un nuevo método de participación de múltiples autores. El prototipo se ha construido en el Museo del Traje con la finalidad de utilizarlo para exposiciones temporales. Esta experiencia muestra que es viable construir proyectos con materiales reciclados y que estos materiales innovadores se pueden incorporar a la construcción.
La utilización de plásticos en la construcción se ha hecho habitual en una gran cantidad de aplicaciones como, por ejemplo, en los aislamientos térmicos y acústicos, sistemas de tuberías, ventilación, ventanas y en la construcción de los interiores.
Pero los productos plásticos no sólo se han hecho un hueco en la construcción por sus evidentes ventajas frente a materiales tradicionales como, por ejemplo, su ligereza, facilidad de instalación, durabilidad, estanqueidad, transparencia, flexibilidad, aislamiento térmico y acústico etc., sino que su utilización se extenderá a aplicaciones en las que se explote el potencial de una de sus cualidades más interesantes: los materiales plásticos son vectores de innovación. En un futuro próximo veremos, por ejemplo, revestimientos de suelos que cambian de aspecto y color con cada pisada, cálidos en invierno y frescos en verano, fáciles de limpiar y resistentes a la abrasión.
Otra de las aplicaciones del plástico en la construcción es la fabricación de paneles fotovoltaicos flexibles que se adapten a la geometría de un edificio para, sin alterar el valor arquitectónico, aprovechar la energía solar de una manera eficiente y así contribuir a la sostenibilidad del edificio.
Pero si algo tienen en común los actuales productos plásticos y los que han de venir muy pronto, es que ahorrarán recursos no renovables durante toda su vida útil y también al final de ella, puesto que una vez demolido el edificio los productos plásticos se pueden recuperar y reciclar para emplearlos en las mismas u otras aplicaciones.
El proyecto de arquitectura sostenible comenzó desde cero el 7 de julio. En 15 días los 19 alumnos participantes proyectaron y construyeron el prototipo, en el que todos ellos dispusieron de la misma información y equivalente poder de decisión sobre el mismo. El proceso de trabajo ha constado de cuatro fases reiterativas:
- Sesiones informativas
- Sesiones de desarrollo
- 3Sesiones de análisis crítico sobre lo desarrollado
- Votación y elección de la mejor propuesta por los participantes
Según comenta Ingrid Campo, arquitecta y coordinadora de la iniciativa: “El proyecto ha ido evolucionando a medida que se tomaban decisiones por votación. De esta manera, el proyecto resultante es el fruto de una participación continua. El resultado construido es un prototipo que se puede utilizar para albergar exposiciones temporales, fruto de la colaboración de autores autónomos pero con relaciones de igualdad entre sí en lo que respecta a su información y a su poder de decisión en el proyecto final, lo cual ha contribuido a una mayor implicación de todos ellos en el proceso. Esta experiencia permite plantear futuros proyectos de arquitectura con mayor participación pública como forma de implicación del usuario del proyecto”.
Entre los colaboradores y patrocinadores de esta iniciativa, PlasticsEurope (la asociación europea de productores de materias plásticas) y otras organizaciones del sector, colaboran con la Escuela Superior de Arquitectura de la UPM aportando recursos para desarrollar el prototipo y apoyando la difusión del mismo.