El tranvía que circulará por Murcia no sólo será un medio de transporte sostenible desde el mismo instante de su entrada en funcionamiento, sino también desde su gestación. Desde las etapas iniciales, el Alcalde, Miguel Ángel Cámara, dio las directrices oportunas para que se inculcase un marcado carácter ecológico al proyecto. Una atención al medio ambiente que estará presente en la entrada en servicio del tranvía –que produce 0 emisiones de CO2- pero también desde el proceso de construcción.
Este criterio sostenible se aprecia, por ejemplo, en el aprovechamiento de unos 20.000 metros cuadrados de aceras que se tienen que demoler. Al hacerlo, se tritura para transformar el material en zahorra, lo que permite ahorrar unos 3.000 metros cúbicos de áridos que, en circunstancias normales, tendría que obtenerse del medio natural. De esta forma, el interés por prestar una atención especial al medio ambiente es la causa de que se reutilicen todos los materiales empleados que sea posible. La medida afecta, de forma particular, al aprovechamiento de los adoquines y bordillos de aceras en zonas que han sido reformadas en los últimos años.
Se trata de un proceso más laborioso que la simple demolición y reposición con materiales nuevos, ya que, en este caso, es necesario retirar cuidadosamente los materiales existentes, acopiarlos en zonas habilitadas para ello y posteriormente colocarlos en las nuevas aceras o isletas. Pese a los inconvenientes, será el sistema empleado por la sociedad concesionaria y la UTE Constructora formada por FCC y COMSA.
Además, el Ayuntamiento introdujo algunos cambios con el fin de mejorar la integración urbana del trazado del tranvía en Juan de Borbón para poder mantener el arbolado y jardinería existentes respetando la capacidad del vial principal de la avenida. El resultado final será una avenida reurbanizada que mantendrá las plazas de aparcamiento actuales y tendrá tres carriles principales para cada sentido de la dirección.