Acciona, Bancaja Hábitat, Cemex, Endesa, Ericsson, Metro de Madrid, Sol Meliá, Grupo SOS y Unilever forman parte de la más de 500 compañías en todo el mundo que apoyan el Comunicado de Copenhague, un llamamiento entregado ayer en la sede de Naciones Unidas en Nueva York con motivo del encuentro UN Leadership Forum on Climate Chance presidido por el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon para que se alcance un acuerdo “ambicioso, sólido y equitativo” sobre cambio climático en la capital danesa en diciembre, que responda “de forma creíble” a la escala y urgencia de las crisis a las que se enfrenta el mundo actualmente.
Los principales directivos de estas 500 empresas piden que los líderes políticos mundiales demuestren “el mismo nivel de coordinación y resolución para superar la crisis económica a la hora de tratar el cambio climático”. La iniciativa ha sido impulsada por el Grupo de Líderes Empresariales sobre Cambio Climático The Prince of Wales, dependiente de la Universidad de Cambridge.
“El desarrollo económico no se sostendrá en el largo plazo a menos que se estabilice el clima”, señala el documento, que destaca la necesidad de salir de esta recesión “estableciendo los cimientos para un crecimiento no basado en las emisiones de carbono, y que evite un futuro con elevadas emisiones”.
Las empresas firmantes –de más de 50 países de la Unión Europea, , Japón, Australia, Canadá, Brasil, Rusia, India, China o Sudáfrica, de pequeño, mediano y gran tamaño y de todos los sectores empresariales–, reconocen las dificultades de la época actual y los retos que se presentan ante la comunidad empresarial internacional, y consideran que “la ausencia de resultados en la Conferencia sobre Cambio Climático de Copenhague sólo contribuirá a empeorarla, al crear incertidumbre y minar la confianza”. Si el acuerdo se consigue y es “suficientemente justo para todo el mundo”, se crearán las condiciones necesarias para la transformación de la economía mundial y lanzará las señales económicas que las empresas necesitan para invertir en productos, servicios, tecnologías e infraestructuras con bajas emisiones de carbono.
Directrices a seguir
En líneas generales, y según el comunicado, en cuya redacción ha participado Acciona como único representante español, el acuerdo debería seguir las siguientes directrices:
- Establecer un límite máximo y un mecanismo de reducción de emisiones en todo el mundo a largo plazo, para todas las emisiones de gases de efectos invernadero y todas las fuentes, para el periodo 2013-2050 con objetivos intermedios.
- Los países desarrollados deben adoptar compromisos de reducción de emisiones inmediatos y drásticos, muy superiores al objetivo medio de reducción mundial, y respaldados con estrategias creíbles para eliminar las emisiones de carbono de sus economías.
- Los países en desarrollo deben diseñar sus propios planes de reducción de emisiones de forma congruente con sus responsabilidades y capacidades comunes, pero diferenciadas. Estos compromisos deben ser aplicables a toda su economía hacia 2020.
Entre los puntos del acuerdo que nazca tras Copenhague las empresas proponen incluir un sistema de medición, notificación y verificación de emisiones, medidas para construir un sólido mercado de emisiones de gases de efecto invernadero, medidas políticas adicionales y un marco para los países en desarrollo que acelere la utilización a gran escala de tecnologías limpias.
Además, los firmantes apuestan por una estrategia de adaptación, así como una solución de financiación que ayude a los países más pobres, especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático, aunque sean los menos responsables del problema.
El documento concluye que las políticas que se necesitan para atajas el cambio climático “son relativamente claras”, y los costes de transición “se pueden gestionar, incluso en el entorno económico actual”. “Lo único que no tenemos es tiempo. Retrasarlo no es una opción”, finaliza el comunicado.