Europa tiene que invertir 50.000 millones de euros más en tecnologías energéticas limpias durante los próximos diez años, según las últimas previsiones de la UE. Esa cantidad es casi el triple de lo que se gasta en la actualidad.
En su Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética, la Comisión desglosa las inversiones necesarias durante la próxima década de este modo: 16.000 millones de euros para la energía solar, 13.000 millones para la captura y almacenamiento de carbono, 7.000 millones para la energía nuclear y 6.000 millones para la energía eólica.
Según el plan, esta mayor inversión en tecnologías limpias acelerará la transición hacia una economía de bajo nivel de carbono, esencial para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y reducir la dependencia europea de las importaciones de petróleo y gas.
Aunque 50.000 millones de euros puede parecer un importe muy ambicioso en la actual situación económica, los expertos coinciden en que la inversión a gran escala valdrá la pena. El mercado de estas tecnologías está creciendo de manera vertiginosa, lo que permite prever ganancias enormes y la creación de millones de puestos de trabajo en los países que se sitúen a la cabeza desde el primer momento.
"Si aumentamos ahora las inversiones inteligentes en investigación, podremos desarrollar nuevas fuentes de crecimiento, lograr una economía más respetuosa del medio ambiente y garantizar que la UE sea competitiva cuando salgamos de la crisis", declaró Janez Potocnik, Comisario de Ciencia e Investigación.
El plan subraya el compromiso de la UE en la lucha contra el cambio climático, de cara a la Conferencia de las Naciones Unidas que se celebrará en diciembre en Copenhague. El objetivo de la Conferencia es alcanzar un nuevo compromiso internacional más ambicioso para detener el calentamiento del planeta, ya que el Protocolo de Kyoto expirará a finales de 2012.
En la actualidad la UE invierte cerca de 3.000 millones de euros al año en la investigación y desarrollo de energías limpias. El plan desea alcanzar los 8.000 millones al año, lo que representa 50.000 millones más durante los próximos diez años. Esta financiación procedería de fuentes diversas (industria, bancos, inversores privados y sector público). Además, se elegirá una veintena de ciudades europeas como banco de prueba para las nuevas tecnologías limpias.
Los combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón representan hoy día el 80% de la energía que consume la UE. Más de la mitad de esa energía procede de países ajenos a la Unión Europea.