Una de las prioridades de la Presidencia es la de impulsar el Plan Solar Mediterráneo y para ello España organizará en Valencia una Conferencia en la que participarán las instituciones europeas, los países ribereños y la industria. Las conclusiones de esta Conferencia podrían llevarse a la Cumbre EUROMED que tendrá lugar en junio de 2010 en Barcelona.
Además, la Presidencia española impulsará las siguientes acciones estratégicas en el área de la energía:
- La aprobación del Plan de Acción Energético para Europa 2010-2014. Este Plan, que la Comisión propondrá al Consejo en la primavera de 2010 con la visión puesta en los objetivos previstos para el 2050, será el pilar básico sobre el que se asiente la política energética europea durante los próximos 5 años.
- La puesta en marcha de la Agencia de Cooperación de los Reguladores de Energía, si la Presidencia sueca no consiga culminar esta actuación.
- Aprobación del Reglamento sobre seguridad del suministro del gas, para cuya consecución esperamos poder alcanzar acuerdos satisfactorios con el Parlamento Europeo.
- Fomentar que los Estados Miembros adopten Planes Nacionales para el desarrollo de las energías renovables.
- El objetivo de mejora de la eficiencia energética para ahorrar un 20 por ciento del consumo de energía en 2020 respecto al consumo de 2005, constituirá un elemento de particular atención para la Presidencia española.
- Realización de los acuerdos necesarios para que el nuevo Instrumento de Solidaridad y Seguridad Energética que va a presentar la Comisión Europea tras la consulta pública del Libro Verde de 2008 vea la luz lo antes posible.
- Desarrollo de los proyectos prioritarios de interconexiones energéticas ya acordados en el marco de las Orientaciones de la Red Transeuropea de Energía, cuya existencia se considera condición indispensable para la consecución del mercado interior.
- En el marco del Plan Estratégico Europeo de Tecnologías Energéticas (SETPLAN) y teniendo en cuenta la reciente Comunicación de la Comisión “Invertir en el desarrollo de tecnologías bajas en carbono”, se tratará de establecer unas conclusiones en el Consejo de Ministros de Energía que faciliten el desarrollo de iniciativas industriales que se ajusten a este patrón. Estas iniciativas, que abarcan desde las energías renovables hasta la captura y almacenamiento de carbono pasando por la fisión nuclear o las redes de energía inteligentes, deben permitir a la industria europea situarse en la senda de una economía baja en contenido de carbono.
- En el ámbito de la política exterior, fomentar el diálogo con los principales países no UE consumidores, productores y de tránsito de la energía con el objetivo de diversificar las fuentes de energía y las rutas de abastecimiento y asegurar la estabilidad. Dentro de estas acciones, la Presidencia española articulará los mecanismos necesarios para prevenir posibles crisis de suministro en nuestro entorno próximo, prestando especial atención a las relaciones con Rusia, principal suministrador de la energía fósil de la UE; y también confía en poder celebrar el Consejo transatlántico de energía con EEUU, país con el se pretenden establecer mayores vínculos en las áreas de cambio climático y energía.