El objetivo del Premio Auroralia es galardonar a tres ciudades que hayan implementado un sistema de iluminación exterior que minimice la huella ecológica del modo más perceptible, ejemplar y original. Con esta iniciativa, Schréder y LUCI desean compartir las prácticas que conforman las bases de estas instalaciones y permitir así que tantas ciudades como sea posible puedan adoptarlas o inspirarse en ellas.
Los galardones se entregaron durante la recepción organizada por Schréder y LUCI en Lyón el 7 de diciembre de 2009 con motivo del Festival de la Luz. Más de 150 participantes de ciudades de todo el mundo, entre las que se incluyen Osaka, Ciudad de Guatemala, Quebec, París, y Batumi (Georgia), se reunieron para conocer las ciudades ganadoras. Los representantes de las ciudades galardonadas recibieron encantados sus respectivos trofeos y premios por importes de 6000 € (1er premio), 3000 € (2º premio) y 1500 € (3er premio).
Y los tres ganadores fueron: BERLÍN, LYÓN Y WESTMINSTER
1er premio: BERLÍN
La ciudad de Berlín diseñó un significativo proyecto de iluminación, que forma parte de un objetivo más global relacionado con el cambio climático, y que la ciudad necesita para conseguir un drástico ahorro energético de entre el 30 y el 50%.
Era importante para la ciudad combinar la iluminación romántica que ha contribuido de un modo significativo a la identidad de su vida nocturna con los conceptos modernos de rendimiento y desarrollo sostenible.Por consiguiente, la ciudad comenzó a implementar un proyecto de renovación del alumbrado que terminará en 2012. Los objetivos principales son los de reemplazar las instalaciones equipadas con obsoletas lámparas de mercurio (que tenían más o menos cuarenta años) por luminarias de alto rendimiento que consumen mucha menos energía, utilizar lámparas de última generación y conseguir unos costes de mantenimiento más bajos respetando el nivel de iluminación tan característico del ambiente de la ciudad. Hasta la fecha, se han reemplazado 962 luminarias, lo que ha permitido que la ciudad haya logrado ahorrar 637.000 kWh al año y 382 toneladas de CO2: un ahorro del 63% si lo comparamos con la instalación previa.
El jurado apreció la escala masiva de este proyecto de iluminación que supone un alto porcentaje de ahorro energético y una reducción considerable de la huella de carbono.
2º premio: LYÓN
Con la vista de la ciudad de Lyón desde el siglo XIX, el College Saint-Just domina el paisaje de la ciudad.
Visible desde todas las direcciones, la iluminación de este edificio histórico comprende varios aspectos:
- La mejora de las características arquitectónicas del edificio como monumento de la ciudad así como la creación de ambientes para los residentes locales
- La elección de variaciones dinámicas de color según las distintas estaciones o los eventos locales celebrados en el College Saint-Just o en la ciudad
- El interés por el desarrollo sostenible con la utilización de luminarias y de tecnologías que consumen poca energía junto con la producción de energía de 40m² de paneles fotovoltaicos instalados en el techo del edificio. Y todo esto sin polución lumínica nocturna.
La complicada tarea de crear un diseño de iluminación que integrase las luminarias en un edificio antiguo y protegido se le confió a Laurent Fachard y Les Eclairagistes Associés. La originalidad de este proyecto reside en la mejora estética y en la tecnología utilizada. De hecho, la instalación de paneles fotovoltaicos generará el 34% de la energía necesaria para iluminar el edificio: 4.800 kWh al año de los 14.000 kWh consumidos se producirán in situ. La combinación de una estética de alta calidad para el paisaje de la ciudad, la creación de ambientes para los residentes locales y la producción in situ de energía no podía por menos que ganarse la simpatía y el voto del jurado.
3er premio: WESTMINSTER
En 2007 la ciudad de Westminster lanzó el proyecto Westbourne Green Regeneration. Era la primera fase de un programa de renovación más amplio cuyo objetivo era crear un sentimiento de orgullo y de seguridad entre los residentes locales, beneficioso para su calidad de vida.
El proyecto de iluminación realizado por West One y Westminster Transerv utilizó un método coordinado que integraba mejoras en la iluminación del paisaje, la carretera y los caminos, ya que las luminarias existentes eran antiguas y presentaban una verdadera disparidad en cuanto a eficiencia. La ciudad decidió mantener los puntos del luz clásicos existentes (para reducir costes) e instalar luminarias equipadas con tecnologías avanzadas para reducir el consumo energético manteniendo los niveles de iluminación y un diseño estético de alto estándar.
Se seleccionó una inteligente combinación de luminarias de alto rendimiento equipadas con lámparas de descarga de última generación, diodos LED, un sistema de gestión remoto y de oscurecimiento para evitar la iluminación intrusiva.
Este proyecto de regeneración, finalizado en 2009, ha permitido a la ciudad ahorrar 72.000 kWh al año y reducir las emisiones de CO2 en 31 toneladas al año: una diferencia de más del 60% si lo comparamos con la instalación original.
Al jurado le impresionó la combinación de tecnologías utilizada para mejorar la calidad de vida de los residentes locales con una huella ecológica minimizada y un alto porcentaje de ahorro energético.
Mención especial: ABOMEY
Además, el jurado mencionó de manera especial a la ciudad de Abomey en Benín. Su proyecto era muy interesante y estaba centrado en la iluminación de dos importantes carreteras de la ciudad que conducían a un mercado local. Las autoridades querían asegurarse de que las mujeres se sintieran totalmente seguras cuando recorrieran el trayecto de ida o vuelta al mercado en la oscuridad. Este proyecto trata dos aspectos de desarrollo sostenible que los premios Auroralia valoran: las personas y la economía. No obstante, la huella ecológica, que es el criterio principal de los premios Auroralia, no se tuvo en cuenta. Sin embargo, el jurado valoró positivamente este proyecto que destaca uno de los principios básicos del alumbrado urbano: crear sensación de seguridad.
Las Candidaturas
A raíz del lanzamiento del premio Auroralia, a finales de octubre de 2009, se presentaron nada menos que 23 propuestas de proyectos de iluminación nocturna en entornos urbanos procedentes de 22 ciudades : Abomey (Benín), Beaucouzé (Francia), Berlín, Bolonia, Eindhoven, Esslingen, Lowestoft, Lyón (dos proyectos: Saint Just College y La Duchère), Malmö (Suecia), Metz, Odivelas (Portugal), Redbridge (Reino Unido), Rótterdam, Salzburgo, Santiago (Chile), South Shields (Reino Unido), Stuttgart, Thuin (Bélgica), Toulouse, Roma, Vila Franca Xira (Portugal) y Westminster.
El jurado
Un jurado de seis personas compuesto principalmente por periodistas de revistas especializadas en iluminación y planificación urbana y en sostenibilidad y medio ambiente (Ecologik, de Francia; Ciudad Sostenible, de España; Paysage Urbain y Stad de Landschap, de Bélgica; y Lux de Francia) se reunieron el 17 de noviembre para estudiar las propuestas y seleccionar las ciudades ganadoras.
Conclusión
La iluminación es un elemento importante en el desarrollo urbano:
- Proporciona calidad de vida y bienestar para que los residentes de la ciudad desarrollen sus actividades nocturnas
- Reafirma la identidad de la ciudad, de día y de noche
- Crea emociones y ambientes.
Esta aportación sólo puede ocupar su legítimo lugar si minimiza el impacto medioambiental tanto en términos energéticos como en términos de recursos naturales. El impacto medioambiental de la ciudad en todos sus elementos es una preocupación fundamental y prioritaria para los responsables de su gestión.