La fábrica de Lafarge Cementos en Villaluenga de la Sagra se ha convertido en la primera industria de la región en sumarse al Pacto Regional contra el Cambio Climático. Este Pacto, que forma parte de la Estrategia Española del Cambio Climático y Energía Limpia 2012, supone la formalización del compromiso de lucha de la sociedad de Castilla-La Mancha (sus agentes sociales, instituciones, organizaciones y entidades representativas) contra este fenómeno.
Contar con un buen conocimiento sobre las emisiones propias de los GEI, su volumen y origen, para establecer objetivos de disminución reales; potenciar la investigación y la innovación para minimizar sus efectos; implantar políticas y medidas de ahorro y eficiencia energética; reducir el consumo de recursos y maximizar su aprovechamiento, reutilizándolos o reciclándolos; planificar actuaciones adaptativas y de mitigación como el fomento de masas forestales; o participar en el desarrollo de estrategias, planes y programas, son sólo algunos de los diez compromisos suscritos por el gobierno de Castilla-La Mancha.
“La fábrica de Lafarge Cementos desarrolla su actividad con el reto de disminuir en lo posible sus emisiones de CO2” ha manifestado el director de la fábrica de Lafarge Cementos en Villaluenga de la Sagra, Raúl Pérez. Y ha añadido, “nuestras acciones cotidianas, reflejo de los valores, estrategia y cultura de Lafarge, son totalmente coherentes con el Pacto. Por ello, cuando se nos presentó la posibilidad de adherirnos, no lo dudamos ya que estábamos trabajando en la misma línea de los compromisos recogidos en el Pacto Regional”.
Y es que la fábrica de Villaluenga de la Sagra lleva tiempo poniendo en práctica medidas que permitan reducir las emisiones de CO2 a lo largo de todo su proceso productivo, como la implantación de las mejores tecnologías disponibles, que han hecho de esta planta una de las más eficientes energéticamente a escala europea, o el uso de biomasa en lugar de combustibles fósiles no renovables, lo que ha permitido evitar una emisión anual de entre 20.000 y 30.000 toneladas de CO2 desde el año 2004.
Lafarge Cementos desarrolla también medidas de compensación y fomento de la captura de CO2 de las masas forestales a través de planes de restauración que promueven la biodiversidad natural. Tal es el caso de su cantera de Yepes-Ciruelos (Toledo) en la que se ha fomentado la creación de bosques-isla. Además, ha sido la primera empresa del sector, a escala mundial, en implantar una política de compra responsable de productos forestales (sacos y palets con certificación FSC -Foreign Stewardship Council, en sus siglas en inglés-), asegurando la gestión sostenible de los bosques de origen.
Por otro lado, como parte de su convenio de colaboración con la Universidad de Castilla La-Mancha para establecer un marco general de cooperación en el ámbito de la I+D+i, se han abierto varias líneas de investigación sobre la captación de CO2. Dentro de este convenio, Lafarge Cementos prevé la celebración en 2010 de una jornada de sensibilización sobre el cambio climático destinada a jóvenes universitarios, futuros profesionales, personal docente, empresas de la región y autoridades.
El Grupo Lafarge y la lucha contra el cambio climático En el año 2000, el Grupo Lafarge, dentro de su acuerdo con WWF Internacional, se comprometió a reducir sus emisiones globales de CO2 en un 20% entre 1990 y 2010, una reducción casi cuatro veces superior a la establecida para los países industrializados por el Protocolo de Kioto. En 2001, el Grupo Lafarge se convirtió en la primera industria en incorporarse al programa “Socios por la Conservación” de WWF ("Conservation Partner") que implica el cumplimiento de una serie de objetivos medioambientales muy ambiciosos entre los que se encuentra el de reducción tanto sus emisiones brutas absolutas en un 10% en los países industrializados, como sus emisiones netas a nivel mundial, en un 20% por tonelada de cemento producida. Para alcanzar sus objetivos, la compañía está reduciendo su consumo energético; modernizando sus plantas de producción y mejorando constantemente sus procesos industriales, para ser más eficientes energéticamente; y está utilizando combustibles y materias primas alternativas y aditivos del cemento que reduzcan el consumo de recursos naturales en el proceso de producción de cemento.
Este enfoque ha servido para que las emisiones globales de CO2 del Grupo por tonelada de cemento se reduzcan en un 12,5% entre 1990 y finales de 2008, consiguiendo así, dos años antes de lo previsto, el objetivo de reducir un 10% sus emisiones de CO2 hasta 2010.
Compromiso con los retos de la Cumbre de Copenhague 2009
Los objetivos de la Cumbre de Copenhague tendrán un impacto directo en todas las actividades económicas en tanto en cuanto se fijarán y regularán las emisiones de CO2. En este contexto, el Grupo Lafarge reafirma su postura de lucha contra del cambio climático y apuesta por el cumplimiento de los objetivos de la Cumbre en cuanto a reducción de emisiones, lucha contra la deforestación o planes específicos y adaptados al cambio climático, entre otros. Como industria cementera, el Grupo Lafarge cuenta con un importante papel en la lucha contra el cambio climático, y es que la producción de cemento genera en torno al 5% de las emisiones globales de CO2. Cabe destacar que el 80% de la demanda de cemento, hoy por hoy, procede de países emergentes, como China (un 50%). Los mercados en crecimiento y las necesidades de construcción de vivienda o infraestructuras como colegios y hospitales específicas de estos países supondrán una demanda de cemento que podría duplicarse hasta el año 2030.
En este sentido, el reto de la industria cementera consistirá en atender la creciente demanda al tiempo que reduce las emisiones intrínsecas a su actividad y contribuye a la mejora de la eficiencia energética de los futuros edificios. Para ello, el Grupo Lafarge reforzará sus acciones de reducción de energía o sustitución con combustible alternativo y continuará apostando por la investigación para conseguir productos que generen menos emisiones.