Las obras de construcción de la Casa de Bambú, una de las dos estructuras que componen el pabellón de Madrid en la Expo Internacional que se celebra en Shanghái en 2010, estarán terminadas a finales de mazo. Quedan por instalarse los elementos de eficiencia energética, los suelos de madera y otros elementos de servicios.
La segunda estructura que lleva Madrid a esta Expo, el Árbol de Aire, estará lista para el 15 de abril. Hasta el momento se ha terminado la instalación de la estructura metálica y faltan por colocar las estructuras eléctricas y audiovisuales.
Ambos proyectos han sufrido modificaciones respecto al original para adaptarlos a las condiciones climáticas de Shanghái, donde la temperatura, la humedad y las horas de la luz son muy diferentes a las que se dan en Madrid. Se trata en definitiva de que ambas instalaciones sean lo más eficientes posibles.
Es la primera vez que en una Expo Internacional las ciudades cuentan con pabellones propios, independientes de los pabellones de sus países. El 60% de la población mundial vive actualmente en grandes urbes. En las ciudades se toman decisiones que son transcendentales para el futuro de la humanidad. De ahí el interés por la calidad de vida, la sostenibilidad y la evolución de las ciudades.
Entre las trece ciudades seleccionadas por un Comité Internacional, compuesto por veinte miembros de organismos especializados (como la UNESCO, el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas y el Fondo Monetario Internacional), para que monten su propio pabellón, sólo hay una española, Madrid. El Comité también designó a otras 55 para que participaran juntas en un pabellón comunitario. Entre ellas están Barcelona y Bilbao.
Madrid presentó dos proyectos para configurar su pabellón: las promociones Carabanchel 16 y Bulevar de la Naturaleza de la EMVS y el proyecto de Renovación Urbana de Madrid, por parte de la Oficina Madrid Global. La Casa de Bambú junto al Árbol de Aire, servirá para ilustrar la reciente transformación urbana de Madrid y sus prácticas de vivienda de protección oficial de calidad, de manera que los visitantes, adquieran una idea de cómo se ha mejorado la calidad de vida en la ciudad, a través de la experiencia de sus habitantes. El Árbol de Aire, por su parte, será un espacio multimedia que contará con espectáculos en directo y que servirá de punto de encuentro y descanso a los visitantes.
El pabellón se encuentra en la zona UBPA (o zona de mejores prácticas urbanas), 15 hectáreas dividadas en cuatro secciones: Ciudades habitables, Urbanización sostenible, Protección y uso del patrimonio histórico e Innovación tecnológica. En este recinto se reproducen a escala real edificaciones residenciales. El pabellón de Madrid está situado junto al de Shanghái, la ciudad anfitriona, y de Londres.
Reproducciones
Las estructuras reproducidas en la Expo no son comparables a las originales en términos de sostenibilidad, salvo por la referencia al trabajo en orientaciones, al uso de los materiales y a los mecanismos energéticos integrados en el diseño del edificio. La Casa de Bambú original desarrolla el Protocolo de Eficiencia Energética en la Edificación de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Madrid, pero al tener Shanghái el clima y el uso distintos, los criterios de ventilación y acondicionamiento de los espacios expositivos hacen necesario aumentar la proporción de caudales de renovación y refrigeración del aire, por poner un ejemplo de trabajo de sostenibilidad "activa" del pabellón.
En definitiva, lo que se verá en Shanghai serán versiones adaptadas de los edificios originales. La Casa de Bambú se convertirá en parte del pabellón y por dentro no será un edificio de viviendas, como en el caso original. Se mantendrá el exterior pero se harán las modificaciones oportunas para adaptarlo al clima local, permitiéndose al visitante ver y notar cómo se aplican las energías renovables a cosas tan cotidianas como la climatización o el control de la luz a través de elementos integrados en la estructura del edificio, como por ejemplo un atrio solar, el muro norte acristalado y, cómo no, la "piel" de bambú.
El Árbol de Aire también formará parte del pabellón, y será distinto a sus "hermanos" de Madrid. Como dice su nombre, está dedicado a la energía eólica, por lo que contará con pequeños molinos eólicos para "fabricar" electricidad y un ventilador gigante que mantendrá frescos a los visitantes. La participación de Madrid se prolongará más allá de la clausura de la Expo porque las dos instalaciones permanecerán en Shanghái como legado de nuestra ciudad y como fórmula para seguir manteniendo las relaciones con China y mejorar la imagen de Madrid en el país asiático y, en general, en el mundo.