En el marco del Día Mundial de la Fontanería, que se celebró por primera vez ayer 11 de marzo, la industria del cobre también ha querido mostrar las características que hacen que este metal sea el material idóneo para las instalaciones de agua. El lema elegido para el primer Día de la Fontanería es “La fontanería, vital para la salud”.
Con tuberías de cobre se preserva la calidad del agua
La relación necesaria entre una buena instalación de agua y una buena salud es un hecho que en numerosas ocasiones pasa desapercibido. Sin embargo, resulta imprescindible contar con un sistema de tuberías construido con un material que aporte un mecanismo pasivo contra la proliferación de agentes patógenos.
En este sentido, la utilización de tuberías de cobre preserva la calidad del agua que utilizamos a diario para tareas vitales y cotidianas como son beber, ducharse y calentarse. Hoy en día, se reconoce la eficacia del cobre contra muchos agentes patógenos como la Legionella, siendo el primer y único material sólido registrado como antimicrobiano por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos.
El cobre es además un oligoelemento esencial para la salud y el bienestar de las personas de todo el mundo. Las principales fuentes de ingesta de cobre son los alimentos y el agua potable. Según el Real Decreto 140/2003, el valor máximo de cobre a la salida del grifo del consumidor es de 2 mg/l, siendo la exposición media del público en general de 0,7mg/l.
Asimismo, la OMS señala que una ingesta diaria de cobre de entre 1 y 11mg/día es segura para el ser humano, oscilando la ingesta media real entre los 0,6 y 2 mg/día, lo que indica que existe un mayor riesgo para la salud humana por deficiencia de cobre.
Más eficiente y ecológico, el cobre ayuda a reducir el impacto ambiental
Otro de los aspectos que se quieren destacar en este primer Día Mundial de la Fontanería es la protección del medio ambiente, el ahorro energético y un mayor uso de las fuentes renovables de energía. En este caso el cobre también se presenta como un material altamente ecológico.
El cobre es un material natural, duradero, totalmente reciclable un número indeterminado de veces sin renunciar a sus características físicas y mecánicas originales y sin coste de eliminación o problemas ambientales al final de su ciclo de vida.
Gracias a su excepcional conductividad térmica, a su resistencia a las temperaturas y presiones elevadas y a los cambios de ciclo, y a la fiabilidad de los métodos de unión, el tubo de cobre suele ser también fundamental en los sistemas de energías renovables, como la energía solar térmica y la geotérmica.
Además, el tubo de cobre en instalaciones termohidrosanitarias, favorece el ahorro energético gracias a su baja rugosidad interna que reduce las pérdidas de calor y de carga, reduciendo el consumo de energía de las bombas de circulación.