Este proyecto está alineado con el Plan de la Comisión Europea en materia de eficiencia energética de ahorro de un 20% del consumo eléctrico hasta el año 2020 y con el Plan Estratégico de la plataforma tecnológica española de Redes Eléctricas FUTURED.
Una de las primeras aplicaciones del uso de esta tecnología superconductora se llevará a cabo en el proyecto europeo “ECCOFLOW”, que investiga la utilización de superconductores en distribución eléctrica.
El proyecto del cable superconductor de electricidad desarrollado por Endesa podría reducir en un 50% -pudiendo incluso llegar a un 70%- las pérdidas de energía en algunos tramos de la red eléctrica. Esta reducción de pérdidas no sólo supone un ahorro en coste energético sino una significativa reducción de emisión de CO2 atendiendo al actual mix de generación del sistema eléctrico español.
El proyecto, el cable de mayor intensidad mundial (3200A), está liderado por Endesa y cuenta con la colaboración del ICMAB-CSIC de Barcelona, Labein-Tecnalia, la Universidad Autónoma de Barcelona y la empresa Nexans.
En conjunto, la iniciativa no sólo consiste en el desarrollo de este prototipo de cable superconductor, sino que también permite profundizar en los procesos de producción de nuevos materiales de segunda generación y bajo coste basados en métodos de deposición química. De esa forma, Endesa trata de profundizar en las dos barreras existentes para la implantación a medio plazo de esta tecnología: una barrera técnica consistente en mejorar la fiabilidad de los productos basados en materiales superconductores a partir de prototipos y proyectos demostrativos; y una segunda, económica, que está asociada a la obtención de un material superconductor de bajo coste, lo que se estima que sucederá en 2014.
El prototipo de cable superconductor desarrollado ha permitido validar una serie de estudios principalmente centrados en eficiencia energética gracias a sus características superconductoras, basadas en resistencia prácticamente nula y una baja inductancia, es decir transporta energía sin pérdidas derivadas de la resistencia del material.
Proyecto Eccoflow
La tecnología superconductora dentro del sector de la energía no se limita a la aplicación en cables, sino que abarca otros activos estratégicos para Endesa, como pueden ser los transformadores, motores, el almacenamiento magnético y mecánico y un nuevo dispositivo sin equivalente convencional que es el limitador de corriente superconductor.
Una de las primeras aplicaciones de la tecnología superconductora se realizará a través del proyecto europeo Eccoflow, donde Endesa participa activamente. De hecho Endesa albergará en sus instalaciones el desarrollo y realización de las pruebas de campo de un nuevo elemento de protección para las redes de distribución denominado SFCL (limitador superconductor de corriente de falta).
La aplicación de estos nuevos materiales presenta ventajas adicionales como la mejora de la calidad del suministro y de la eficiencia energética, así como facilita la integración de las energías renovables. El primer prototipo estará integrado en la operación real de una subestación de distribución de Endesa en Baleares durante 6 meses.
Este proyecto ha comenzado este año y se lleva a cabo mediante una colaboración a nivel europeo entre organizaciones de investigación y empresas de distribución eléctrica y de fabricación de componentes.
Premios Novare
El proyecto “Supercable” resultó premiado en la edición 2008 de los Premios Novare de Endesa en la modalidad de eficiencia energética. Los premios están dirigidos a la comunidad científica internacional, y su objetivo es el fomento de la innovación tecnológica dentro de la estrategia global de sostenibilidad de Endesa, que considera que es necesario fomentar el espíritu innovador en todos los temas relacionados con la cadena de valor de la industria energética para afrontar con éxito los grandes desafíos medioambientales que se prevén para el futuro desarrollo económico mundial. En esta línea, los premios Novare promueven el desarrollo de proyectos de I+D+i en disciplinas de interés para la estrategia de innovación de Endesa, contribuyendo a atender de forma más sostenible las necesidades energéticas de la sociedad. Están dirigidos a equipos de trabajo de la comunidad científica internacional y tienen una dotación global de 2 millones de euros.