La nueva normativa prima la eficiencia energética, la sostenibilidad y las actuaciones para mejorar la accesibilidad de las viviendas, además de priorizar las actuaciones en las zonas más envejecidas de la ciudad y adecuarse al PGOU y a la nueva normativa estatal y autonómica en materia de vivienda.
El pleno del Ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado la nueva Ordenanza de Fomento a la Rehabilitación, que es que es el principal instrumento municipal para incidir en la conservación y el mantenimiento del parque de viviendas de la ciudad con una antigüedad de más de 40 años.
El Ayuntamiento de Zaragoza tiene encomendada a Zaragoza Vivienda la gestión de la Ordenanza de Fomento a la Rehabilitación, labor que viene realizando desde 1989. Inicialmente, la Ordenanza nació para promover la regeneración y mejora del parque de viviendas del Casco Histórico, y a partir de 2001, vista la eficacia de esta herramienta de intervención sociourbanística, su ámbito de actuación se extendió a todos los barrios y distritos de la ciudad, incluidos los rurales. En los casi 20 años que han transcurrido desde su implantación, el Ayuntamiento de Zaragoza ha otorgado con ella más de 44 millones de euros en ayudas, lo que ha supuesto la rehabilitación de 2.800 edificios en toda la ciudad, mejorando las condiciones de más de 29.000 viviendas, de las que casi 7.000 están ubicadas en el Casco Histórico.
La Ordenanza de Fomento a la Rehabilitación es, además, una de las herramientas más importantes con las que el Ayuntamiento interviene en el parque edificado de la ciudad y que más influye en la calidad de vida de los ciudadanos que se acogen a sus ayudas, junto con las Áreas de Rehabilitación Urbana (ARIs), la construcción de viviendas protegidas (VPA), la gestión del parque de más de 2.000 viviendas municipales de alquiler y las intervenciones en los 21 conjuntos urbanos declarados "de interés" en el Plan General de Ordenación Urbana.
Optimizar la eficacia y mejorar los resultados de la Ordenanza
Por ello, 21 años después de su aprobación, se ha considerado necesario adaptarla a la nueva realidad de Zaragoza y a la normativa urbanística actual, para aumentar su eficacia y optimizar los resultados que ofrece. Hay que tener en cuenta que la Ordenanza se pensó inicialmente para intervenir en el Casco Histórico, y ya supuso un reto en su gestión extenderse, a partir de 2001 a todos los barrios y distritos de la ciudad. Además, en este período se han producido importantes modificaciones normativas estatales, autonómicas y locales que inciden directamente sobre la ordenanza y su gestión, entre ellos el nuevo Plan General de Ordenación Urbana, el cambio de la Ley del Suelo, la entrada en vigor del Plan de Vivienda de Aragón y el acuerdo entre el Ministerio de la Vivienda, el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza por el que se aprobaron las Áreas de Rehabilitación Integrada (ARI). Todo ello aconsejaba acomodar la ordenanza a la nueva situación normativa, para posibilitar una gestión más coherente y con más posibilidades de coordinación institucional que simplifiquen la relación del ciudadano con la administración.
En consecuencia, la nueva Ordenanza de Fomento de Ayudas a la Rehabilitación, cupo ámbito de actuación se extiende a todos los edificios de la ciudad con 40 o más años de antigüedad, tiene, como líneas fundamentales, acomodarse a los retos de los tiempos actuales, primando la eficiencia energética y la sostenibilidad de las intervenciones; se dirige preferentemente a resolver problemas de accesibilidad, dado el enorme impacto social que este aspecto de la vivienda tiene en las personas mayores, con movilidad reducida y grupos sociales con menores recursos económicos; prioriza las actuaciones en las zonas más envejecidas de la ciudad, que están delimitadas específicamente por el Ayuntamiento, y entre las que se cuentan las zonas ARI, los 21 Conjuntos Urbanos de Interés, los ámbitos con políticas integrales como el Casco Histórico y el Barrio Oliver, y otras zonas que en el futuro pueden presentar problemas de degradación urbanística; en su filosofía, prima las ayudas a las familias con menos recursos y poder adquisitivo; y finalmente, se adapta a la normativa urbanística actual, en concreto al vigente Plan General de Ordenación Urbana y a los Planes de Vivienda estatal y autonómico.
"Con la nueva Ordenanza disponemos, a partir de ahora, de un instrumento mucho más eficaz para facilitar a los ciudadanos la rehabilitación de sus viviendas", ha comentado Jerónimo Blasco, Consejero municipal de Cultura, Grandes Proyectos, Participación Ciudadana y Medio Ambiente y delegado de la sociedad Municipal Zaragoza Vivienda. "Además, da solución a cuestiones de justicia social y distributiva al establecer baremos que tienen en cuenta la ubicación de las viviendas, la renta y situación social de sus habitantes y las nuevas tipologías de unidad familiar. Sin duda, es un avance muy importante, que nos permitirá seguir a la cabeza de las grandes ciudades españolas en materia de rehabilitación de viviendas", ha concluido Jerónimo Blasco.
Está previsto que la nueva Ordenanza entre en vigor y comience a aplicarse a lo largo del próximo mes de Julio, una vez que se publique en el Boletín Oficial de la Provincia y se cumplan los plazos legales marcados para ello.