La Comunidad de Madrid, dentro de los objetivos del Plan Energético Regional 2004-2012, realiza diversas actuaciones encaminadas a sensibilizar a la población sobre la importancia del ahorro y la eficiencia energética, y, como cada año en estas fechas, recuerda a los madrileños algunos consejos prácticos para ahorrar energía en los hogares.
El Plan Energético de la Comunidad de Madrid 2004-2012 tiene entre sus objetivos promover el uso racional de la energía y mejorar la eficiencia energética de las instalaciones madrileñas, logrando así reducir un 10% el consumo al final del Plan. En el marco de este plan, el Gobierno Regional lanzó la campaña “Madrid Ahorra con Energía”, con el objetivo prioritario de promover el ahorro energético en todos los sectores de la sociedad madrileña.
El sector residencial madrileño es el segundo mayor consumidor de energía por detrás del sector transporte. Las familias madrileñas consumen más de 2,7 millones de tep (tonelada equivalente de petróleo) pero, si se añaden los consumos directos de gasolinas y gasóleo de automoción, la demanda total sobrepasa el 40 % del consumo final de energía de toda la región. Por todo ello, la Comunidad de Madrid está potenciando todas las medidas y actuaciones que puedan conllevar una mayor concienciación en estos temas por parte de los madrileños.
En este contexto, juegan un papel muy importante también los diferentes planes renove puestos en marcha por la Comunidad de Madrid, como es el de electrodomésticos, calderas de condensación, ventanas o ascensores, todos ellos encaminados a ayudar a los madrileños a cambiar sus equipos por otros nuevos que consumen menos energía, con el consiguiente ahorro directo en la compra y en la factura eléctrica.
Temperatura adecuada y uso de persianas y toldos
La llegada del calor conlleva cada vez más un aumento del consumo eléctrico, ya que el parque de equipos de aire acondicionado se ha incrementado de manera importante durante los últimos años en la Comunidad de Madrid. Tanto es así, que la punta de consumo eléctrico, que tradicionalmente se producía en los meses invernales, se ha venido desplazando a los meses de más calor. En este sentido, se recomienda el uso de termostatos para regular la temperatura y ajustar los grados más adecuados. Así, la temperatura óptima en verano es de 26 ºC, cada grado por debajo supone entre un 6% y un 8% más de consumo de energía. Además, no es saludable una diferencia de temperatura con el exterior superior a 12 ºC.
Un consejo práctico es aprovechar el fresco de la noche para refrigerar, abriendo las ventanas y persianas y durante el día cerrar las cortinas y persianas para evitar la entrada de calor por las ventanas. Por lo tanto, el uso de persianas o toldos para evitar la radiación directa es importante.
También hay que tener en cuenta colocar el aparato de aire acondicionado en un lugar aireado y donde le dé el sol lo menos posible, como las fachadas norte o los patios sombríos y limpiar, al menos, una vez al mes el filtro y estar al tanto de que no se produzcan pérdidas de líquido refrigerante.
Asimismo, para la mejora del aislamiento, la instalación de burletes adhesivos en puertas y ventanas puede reducir entre un 5 y 10% la energía consumida. Las dobles ventanas o acristalamientos permiten ahorrar hasta un 20% de energía y climatización.
Las lámparas fluorescentes compactas de bajo consumo aportan la misma cantidad de luz que las incandescentes convencionales, permitiendo ahorrar hasta un 80% de energía y alcanzando una duración hasta 10 veces superior.
Entre los consejos prácticos a tener en cuenta, sepa que en los frigoríficos, la formación de escarcha de 5 milímetros de espesor puede aumentar el consumo energético en un 30% y cuantas más veces abra la puerta de frigorífico más escarcha se producirá.
Para cocinar utilice recipientes con fondo plano y que posean un diámetro uno o dos centímetros mayor a la superficie de la llama de gas o placa, la cocción es más rápida y se ahorra hasta un 20% de energía. Los recipientes con fondo termodifusor también ahorran energía.