Madrid sigue siendo una ciudad pionera en el tratamiento de sus aguas. Y se dará un paso importante a finales de año, cuando se inaugure el nuevo estanque de tormentas de Butarque, que será, junto al de Arroyofresno, una de las mayores infraestructuras hidráulicas de estas características existentes en toda Europa. Tendrá capacidad para almacenar hasta 400.000 metros cúbicos de agua y para recibir hasta 80 metros cúbicos por segundo, agua que envíará para su regeneración a la depuradora de Butarque.
Para dar una idea de las dimensiones de esta infraestructura, destacar que en su construcción se han invertido cerca de 90 millones de euros, se han excavado más de 2,5 millones de metros cúbicos de tierra y se han empleado 90.000 metros cúbicos de hormigón. "Estas grandes cifras -ha señalado- nos ayudan a comprender el esfuerzo que se está realizando para mejorar la calidad de las aguas del río Manzanares y devolvérselo a la ciudad en las mejores condiciones posibles", afirma el alcalde de Madrid en una visita reciente.
La construcción del estanque de tormentas de Butarque es una de las actuaciones incluidas en el Plan de Infraestructuras para la mejora de la calidad de las aguas del río Manzanares, un ambicioso programa que, con un presupuesto de 760 millones de euros, puso en marcha el gobierno municipal en 2005. Contemplaba la construcción de 36 nuevos kilómetros de colectores y 29 estanques de tormentas, siendo éste de Butarque el único que faltaba por terminar para concluir el plan.
Gracias a estas actuaciones, Madrid se ha dotado de un sistema de gestión y almacenamiento con una capacidad de 1,3 millones de metros cúbicos, que impiden el vertido directo al Manzanares de los grandes caudales de aguas pluviales recogidos por la red de saneamiento. De esta forma, prácticamente se consigue eliminar la contaminación propia de estas aguas, reduciendo al mínimo su impacto ambiental y asegurando la calidad del caudal del río, así como de todo su ecosistema acuático. El plan ha permitido, en palabras del alcalde, que "Madrid ya esté en condiciones de cumplir los parámetros impuestos por la Confederación Hidrográfica del Tajo y con los objetivos propuestos por la Unión Europea en materia de calidad y estado ecológico de las masas de agua continentales".
Ciudad pionera
Madrid ya fue pionera en tratar y depurar el 100% de sus aguas residuales. A partir de 2003 el gobierno de la ciudad intensificó sus iniciativas para mejorar el uso de este recurso limitado. Con ese fin promovió un plan de gestión de la demanda, impulsó una serie de medidas para afrontar épocas de sequía, aprobó una normativa para fomentar su uso eficiente, y realizó un esfuerzo inversor sin precedentes en la modernización y ampliación de la red de infraestructuras hidráulicas.
El resultado es que la capital cuenta actualmente con una red de alcantarillado de 4.450 kilómetros, con 8 estaciones depuradoras de aguas residuales (ERAR) con una capacidad para tratar 310 millones de metros cúbicos anuales, o con un conjunto de instalaciones de producción y distribución de agua regenerada, que desde 2003 ha multiplicado por seis su capacidad hasta alcanzar los 5,5 millones de metros cúbicos anuales, equivalentes al consumo de una ciudad de 75.000 habitantes. "Todas estas actuaciones -subraya Ruiz-Gallardón- son las que permiten que hoy Madrid cumpla todos los requisitos exigidos por la Unión Europea en materia de aguas residuales urbanas y que no esté afectada por el procedimiento sancionador abierto contra España".