Los proyectos domésticos se alzan como una herramienta eficiente para cumplir con los compromisos de Kioto. El conjunto de medidas analizadas permite llegar a reducir más de 10 millones de toneladas de CO2 anuales, con un balance neto positivo para las arcas del Estado.
Según el II Plan Nacional de Asignación 2008 – 2012, la necesidad de compra de créditos de carbono de nuestro país para cumplir los compromisos con el Protocolo de Kioto, se estima en cerca de 290 millones de toneladas de CO2 de las cuales 160 corresponden a los sectores difusos.
Es por este motivo que el informe, “Estudio para impulsar proyectos domésticos de reducción de emisiones de CO2 en España”, realizado por el Club de Excelencia en Sostenibilidad con el asesoramiento de KPMG, la colaboración de la Fundación Biodiversidad y el apoyo técnico de la Oficina de Estado de Cambio Climático, tiene como objetivo proponer, desde el ámbito empresarial, opciones para la implantación de un mecanismo que incentive el desarrollo de proyectos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en los sectores difusos dentro de nuestras fronteras.
En el estudio se analiza cómo diferentes países de nuestro entorno han diseñado con éxito nuevos mecanismos. En éstos se consideran las reducciones de emisiones como una de las magnitudes principales para optar a los diferentes incentivos públicos que se establecen en materia de eficiencia.
En base a las oportunidades detectadas y a las herramientas disponibles, el estudio incluye una serie de recomendaciones para modernizar algunas de las iniciativas existentes para luchar contra el cambio climático.
Dichas recomendaciones están basadas en una selección de proyectos y medidas ubicadas dentro de alguno de los sectores con más potencial de generación de empleo y de contribución al crecimiento del PIB: rehabilitación y eficiencia energética en edificios, residuos, transporte y agricultura.
“Las oportunidades identificadas en diferentes sectores nos muestran como en nuestro país estos instrumentos pueden ser de gran utilidad para la empresa y también para los compromisos de reducción. En este sentido, el presente estudio quiere aportar ideas para el debate y la orientación del diseño de nuevos instrumentos y políticas públicas donde planeta y empresas obtengan un doble dividendo”, añade José Luis Blasco, socio responsable de Cambio Climático y Sostenibilidad de KPMG en España.