El albergue juvenil de Ulía, dependiente del Ayuntamiento de San Sebastián, es el primer establecimiento de la Comunidad Autónoma Vasca que ha obtenido, de manos de la Viceconsejería del Gobierno Vasco, la Etiqueta Ecológica de la Unión Europea en la categoría de servicios de alojamiento turísticos.
Con esta etiqueta ecológica europea, que ha conseguido un año después de su inauguración, se reconocen las mejoras ambientales puestas en marcha por el Ayuntamiento tanto durante la construcción de este equipamiento, como en su gestión, en relación con el consumo energético, el consumo de agua, la prevención de residuos, la utilización de consumibles y otros.
El Ayuntamiento de San Sebastián lleva promoviendo, desde el año 2000, la ambientalización de sus diferentes departamentos y actividades, lo que ha llevado a la obtención de varias certificaciones ambientales. Así, la ecoetiqueta europea recién conseguida se suma a las certificaciones ISO 14001 y EMAS de las playas donostiarras y a los certificados Ekoscan concedidos a una guardería y a dos de los polideportivos municipales.
El albergue de Ulía se inauguró en julio de 2009, tras el incendio que asoló el anterior edificio tres años antes.
Situado en un entorno natural privilegiado, con unas vistas espectaculares sobre la ciudad, el Albergue juvenil de Ulía, fue construido basándose en un proyecto de nueva planta que reorganiza y replantea totalmente todas las instalaciones.
La madera, ha sido un elemento constructivo utilizado tanto en las vigas como en las fachadas y pasillos perimetrales del albergue.
Siguiendo las nuevas tendencias del alberguismo en entorno natural, en las nuevas instalaciones se ha optado por aumentar el número de habitaciones y reducir su tamaño, evitando así la masificación.
Gracias a la estructura del edificio (de una sola planta) se pudo conseguir que todos los módulos habitacionales cuenten con acceso directo desde el exterior, permitiendo así una mayor autonomía de uso, intimidad y confortabilidad. Ello redunda en el confort y atracción para el usuario/a.
La instalación cuenta con 62 plazas distribuidas en 8 habitaciones de 4 plazas y 5 bungalows de 6 plazas cada uno. El complejo se completa con espacios comunes, como un lugar de encuentro y un comedor comunitario.
Sostenibilidad
La etiqueta ecológica europea concedida al albergue supone un reconocimiento a todas las mejoras ambientales que ha puesto en marcha en diversos campos.
- Energía – La instalación cuenta con placas solares, tanto para la producción de energía como para el agua caliente. Además, se han instalado calderas de alta eficiencia energética.
- En la iluminación, se ha buscado el mayor aprovechamiento de la luz natural, complementándose con lámparas de bajo consumo.
- Agua – Para controlar el consumo de agua, se han instalado reductores de caudal en todos los grifos, cisternas con dispositivo de doble descarga y duchas con temporizador.
- Residuos – Tanto el servicio de bar – restaurante como las habitaciones están dotadas de contenedores para la selección de residuos, de forma que el personal y el/ la alberguista participen en el reciclaje. Con la materia orgánica recogida se fabrica compost en el jardín del albergue. Se utilizan pilas recargables y tóner reciclado.
- Consumo sostenible – A la hora de consumir, se da prioridad a los productos con el menor impacto en el medio ambiente. Así, todos los productos de papel utilizados en el albergue (papel de oficina, higiénico y de secado), al igual que los productos de limpieza empleados en la cocina y el comedor, cumplen con los criterios de alguna ecoetiqueta.
- Bar Restaurante – En el servicio de restauración se han introducido numerosos criterios ambientales. Por un lado, el rechazo de los productos con envase individual, elementos de vajilla desechables y agua embotellada, para evitar la generación de residuos. Por otro lado, se fomenta el empleo de productos alimenticios locales, de productos provenientes de la agricultura ecológica y de productos de comercio justo.