Tras la publicación de un estudio del Banco Mundial sobre el cambio climático, presentado en la Conferencia de las Naciones Unidas en Cancún, que demuestra que las zonas urbanas son responsables de dos tercios de las emisiones de gases de efecto invernadero, Planbelas SA, empresa promotora de Belas Clube de Campo (BCC), hace pública la huella de carbono de la promoción como parte de una innovadora iniciativa.
El cálculo se llevó a cabo conforme al Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (PGEE), promovido por el World Business Council on Sustainable Development y el World Resources Institute y elaborado por Ecoprogresso – Environment and Development Consultants, SA. Gonçalo Cavalheiro, director técnico de Ecoprogresso, se mostró muy satisfecho de participar en esta innovadora iniciativa en Planbelas SA: «Belas Clube de Campo es la primera comunidad residencial de la península ibérica y una de las primeras a nivel mundial en dar a conocer su huella de carbono, y estamos encantados de haber podido participar en este ambicioso proyecto», comentó.
El cálculo de la huella de carbono en Belas Clube de Campo es uno de los objetivos del programa «BCC, camino de Kioto».
Emisiones totales de gases de efecto invernadero en Belas Clube de Campo
La huella de carbono ha sido determinada mediante un análisis territorial, es decir, midiendo las emisiones que se originan tanto dentro como fuera de los terrenos del Belas Clube de Campo. Estos análisis incluyen varias unidades operativas: el Clubhouse, el edificio de mantenimiento, el club recreativo, el alumbrado público y los hogares de más de 700 familias residentes. En cada una de estas unidades se identificó un conjunto de actividades que contribuyen a las emisiones de carbono, como por ejemplo el consumo de combustible empleado en los desplazamientos en automóvil, el consumo de gas y electricidad y la producción de residuos sólidos urbanos. Estas emisiones de gases de efecto invernadero se calcularon de acuerdo a la metodología propuesta por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático en 2009.
Belas Clube de Campo: Uno de los lugares más «verdes» de Portugal
Belas Clube de Campo lleva ya un tiempo apostando por la producción de energía renovable en grandes cantidades a nivel nacional. En 2010, esto se tradujo en la reducción anual de aproximadamente 238 toneladas de CO2, y gracias a la instalación de nuevos equipos prevista para un futuro próximo, se espera llegar a las 295 toneladas.
Según Pedro Teixeira, responsable del departamento de medio ambiente de Planbelas SA, «existe un control riguroso del consumo energético en Belas Clube de Campo con mediciones mensuales o semestrales, lo que permite desarrollar nuevas estrategias para el ahorro de energía».
También cabe destacar que, para combatir las emisiones de CO2, Belas Clube de Campo ha puesto en marcha un programa de plantación de árboles para neutralizar el CO2 emitido en la promoción. Sólo durante el primer semestre de 2010 se plantaron 1.637 árboles en los terrenos gestionados por Planbelas SA.
Además de plantar árboles, Belas Clube de Campo planea calcular el área boscosa existente (plantada a lo largo de 16 años) e identificar todas las especies de árboles que actúan como filtros de CO2.
Belas Clube de Campo es uno de los lugares residenciales más privilegiados de Portugal. Este año obtuvo el certificado internacional emitido por Sistema Líder A (un sistema de evaluación de los niveles de rendimiento medioambiental de las construcciones relativo a la sostenibilidad), convirtiéndose así en la primera promoción residencial en recibirlo.
Por último, cabe destacar que Belas Clube de Campo al completo tiene implantado un sistema de gestión integrada de la calidad y el medio ambiente certificado por las normas internacionales ISO 9001:2008 e ISO14001:2004 desde 1999. También ha sido distinguido recientemente con el Premio al Desarrollo Sostenible concedido por Diário Económico, el Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible (BCSD) y Hendrick & Struggles. En 2008 también fue la primera promoción inmobiliaria en auditar todas las viviendas para clasificarlas según su eficiencia energética (Directiva nº 2002/91/CE), y todas obtuvieron una clasificación B o B+.