El futuro de las energías renovables depende de la aplicación de un nuevo modelo energético y de lograr una mayor implicación social en la demanda de energías limpias para poder contribuir de manera efectiva a la lucha contra el cambio climático, dado que hasta el momento no consiguen competir con eficiencia con las fuentes de origen fósil (petróleo, gas y carbón), según se desprende del resumen ejecutivo del informe Energías Renovables 2010, elaborado por el departamento de Gestión del Conocimiento de Torres y Carrera, Consultores de Comunicación.
Este estudio subraya que la crisis económica ha generado dudas sobre la competitividad de las energías renovables, cuyo crecimiento en los últimos años se produjo gracias a las ayudas públicas. En España, la potencia instalada en el sector de renovables creció desde 2005 un 72%, al pasar de 19. 320 a 33.266 megavatios (MW) registrados en el mes de septiembre de 2010. Mientras, las primas de este sector crecieron un 387%, al pasar de los 1.245 millones de euros de 2005 a 6.071 millones en 2009. En 2010 se superará esta cifra, según las previsiones de la Comisión Nacional de la Energía (CNE).
Estas ayudas públicas han provocado un encarecimiento del recibo de la luz, con un evidente rechazo social por parte de los consumidores. Además, las renovables compiten con el gas natural y el petróleo como fuentes de energías para generar electricidad de manera más barata, aunque con efectos perniciosos sobre el medio ambiente ya que contribuyen al calentamiento global a causa de las emisiones de gases de efecto invernadero.