El Gobierno de Navarra, a través de Nasursa, sociedad pública dependiente del Departamento de Vivienda y Ordenación del Territorio, acaba de editar una guía de urbanismo y movilidad sostenible que persigue establecer unos parámetros que ayuden a instaurar buenas prácticas en el planeamiento y en la construcción de ciudades.
Publicada en colaboración con el Centro de Recursos Ambientales de Navarra (CRANA), fundación del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, la guía se enmarca dentro del proyecto "Pro.motion" perteneciente al programa Energía Inteligente para Europa de la Dirección General de Energía y Transporte de la Comisión Europea. A través del mismo se extraen conclusiones acerca de la vinculación existente entre la ordenación territorial, el urbanismo y la movilidad sostenible.
El trabajo está especialmente dirigido a profesionales de la construcción (planificación y vivienda) y a entidades locales, y busca convertirse en un referente para abordar soluciones conjuntas en temas de vivienda y transporte. Una planificación sostenible, que estudie parámetros como el transporte público o el uso peatonal, creará ciudades mucho más eficientes para los ciudadanos, principales beneficiarios.
La movilidad sostenible sugiere desarrollos urbanísticos que aprovechen al máximo la capacidad autónoma de trasladarse que tiene el ser humano (caminando o en bicicleta), es decir, desarrollos urbanos guiados por los principios de cercanía, autonomía y riqueza del espacio público.
La guía cita como objetivos de un planeamiento que contribuya a la movilidad sostenible los siguientes aspectos:
- Crear proximidad: condiciones urbanísticas que permitan satisfacer necesidades sin recurrir al transporte motorizado.
- Hacer atractivos los medios de transporte sostenibles: fomentar la comodidad, el atractivo ambiental y la seguridad.
- Evitar la dependencia del automóvil.
- Crear espacio público vivo: lugares para pasear, conversar, habitar. La riqueza social y ambiental estimula la movilidad peatonal y ciclista.
- Adecuar velocidades al tejido urbano.
- Evitar la sobreprotección del automóvil.
- Garantizar la accesibilidad universal en el viario y en los medios de transporte.