La retirada del refrigerante R-22, cuyo uso ya está prohibido en nuevos equipos desde enero de 2010 y desaparecerá de manera absoluta de cara a 2014, supone un nuevo reto que obliga a presentar soluciones inmediatas para los propietarios de unidades de refrigeración con R-22 que pudieran tener que afrontar una posible avería por pérdida de refrigerante.
Para sustituirlo, la industria del aire acondicionado ha seleccionado un refrigerante de gran eficiencia energética llamado R410A. R410A es una mezcla de R32 y R125 que ofrece una tasa de transferencia de calor un 35% mayor que la del R-22. Además tiene un potencial de agotamiento del ozono (PAO) de cero y se clasifica como un refrigerante A1, lo que significa que no es ni inflamable ni tóxico.
Ante esta situación, los propietarios de unidades de refrigeración de R-22 deben evaluar una serie de criterios para optar por una de las tres posibilidades de actuación existentes ante una avería por pérdida de refrigerante: mantener los equipos con R-22 y cambiar a un refrigerante ecológico en el momento de la avería, cambiar el refrigerante anticipadamente al equipo o sustituir el equipo en sí por uno nuevo, más eficiente energéticamente.
Carrier presenta dos soluciones para evitar el posible problema de suministro de R-22: bien sustituyendo las unidades de R-22 que estén deterioradas, aprovechando los ahorros por mejora de eficiencia energética que las nuevas tecnologías desarrollan, o bien reemplazando dicho refrigerante por otro sustitutivo en aquellas unidades mejor conservadas.
La no disponibilidad del R-22 plantea nuevos retos para el servicio de las unidades en operación y todo propietario de un sistema de R-22 debe de ser consciente de las posibles consecuencias:
- Fugas: Todos los sistemas de R-22 tienen más de 10 años de vida y la mayoría ha llegado ya a dos terceras partes de su vida útil. El desgaste mecánico de sus componentes hace que la aparición de fugas sea un hecho común aumentando los costes operativos y de mantenimiento.
- El coste de este refrigerante se ha multiplicado por ocho. Aunque hasta finales del 2014 se puede utilizar en su versión reciclada o regenerada, su disponibilidad es escasa y la elevada demanda aumentará más su precio.
- El tiempo de inactividad, que supondrá el alargamiento de los períodos de servicio de mantenimiento y por tanto, una perturbación del funcionamiento normal del sistema dejando al propietario del equipo sin servicio.
Desde sus orígenes, Carrier ha sido una compañía pionera en el uso y fomento de productos ecológicos persiguiendo concienzudamente la reducción de agentes nocivos para el medio ambiente así como la protección de los recursos naturales. Dentro de este marco de actuación, y con independencia del tipo de edificio o centro comercial de que se trate, ofrece una amplia gama de soluciones para satisfacer las necesidades que se produzcan. Carrier lidera el mercado de la innovación y el diseño de equipos con la última gama de refrigerantes, manteniendo el ritmo y la previsión de los cambios impulsados por la legislación en respuesta al calentamiento global para reducir, así, el consumo energético y el impacto medioambiental.
En la actualidad ofrece una completa gama de enfriadoras de líquido energéticamente eficientes, bombas de calor y calefacción diseñadas para reducir el consumo de energía así como las emisiones de CO2 tanto en los reemplazos como en los nuevos proyectos.
Además cuenta con un óptimo equipo técnico y humano que aporta servicio y soluciones así como un tratamiento preventivo enfocado al mantenimiento de los sistemas de manera eficiente.