Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) desarrollan materiales mesoestructurados capaces de capturar selectivamente las moléculas de CO2 mediante interacciones químicas. Se trata de una alternativa de futuro para reducir la cantidad de dióxido de carbono emitido a la atmósfera, uno de los principales causantes del calentamiento global.
Uno de los grandes problemas medioambientales a nivel mundial es el calentamiento global, término usado para referirse al aumento de la temperatura media de la Tierra, y que se ha acentuado en las últimas décadas del siglo XX y la primera del siglo XXI. El calentamiento se produce por el efecto invernadero, fenómeno por el cual determinados gases retienen gran parte de la radiación infrarroja emitida por la Tierra y la reemiten de nuevo a la superficie terrestre calentando la misma.
El efecto invernadero es esencial para la vida del planeta. Sin embargo, de acuerdo con la mayoría de la comunidad científica, en pocos años los seres humanos han aumentado el efecto invernadero natural por incremento en la emisión de gases como el CO2 desprendidos en la combustión de combustibles fósiles: carbón, petróleo y gas natural, además de la liberación de carbono por la deforestación de grandes bosques. Dado que las emisiones de origen antropogénico suponen un 70% del total, en las últimas décadas se están dedicando grandes esfuerzos para minimizar el calentamiento global y sus consecuencias.
Entre las diferentes estrategias para reducir las emisiones de dióxido de carbono, se encuentran un aumento de la eficiencia y el ahorro energético y el desarrollo de las energías renovables. No obstante, las técnicas de captura y almacenamiento de carbono (CAC) se consideran de gran importancia como tecnología de transición, mientras se sigan consumiendo masivamente combustibles fósiles.
Técnicas de absorción y adsorción de CO2
Actualmente, se han propuesto diversas tecnologías para la captura del CO2 producido en las centrales térmicas que son las responsables de la mayor parte del total emitido a la atmósfera por fuentes estacionarias. Entre ellas destacan la absorción y la adsorción como técnicas para el aislamiento del CO2 una vez realizada la combustión.
El grupo de Ingeniería Química y Ambiental de la Universidad Rey Juan Carlos investiga desde el año 2006 los procesos de adsorción de CO2, y ha contribuído al desarrollo de materiales adsorbentes mesoestructurados que separen el dióxido de carbono de otros gases. Estos materiales son sólidos de estructura inorgánica de elevada porosidad que incorporan grupos de naturaleza orgánica básica capaces de capturar selectivamente las moléculas de CO2 mediante interacciones químicas.
Los resultados obtenidos demuestran que dichos materiales actúan como eficaces adsorbentes de este dañino gas operando a presión atmosférica y a temperaturas moderadas.