La Universidad de Málaga, fruto de su compromiso firme con la sostenibilidad, ha puesto en marcha un completo programa de actuaciones encaminado a proteger el medio ambiente y mejorar las gestiones que se realizan en su entorno.
BIOUMA da nombre a un proyecto que contempla actuaciones concentradas en sistemas de reducción de la contaminación, transporte sostenible, ahorro de energía, fuentes de energías renovables, cogeneración y creación de jardines. El Vicerrectorado de Infraestructuras y Sostenibilidad y la Dirección de Secretariado de Mantenimiento y Sostenibilidad son los encargados de echar a andar este plan, que viene precedido por varios reconocimientos a la UMA: Fue la primera institución española en sumarse al proyecto Clima Neutro y en participar en las iniciativas del más ambicioso esquema del Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas (UNEP).
El proyecto ha sido presentado en el Rectorado de la Universidad de Málaga por la rectora, Adelaida de la Calle; el vicerrector de Infraestructuras y Sostenibilidad, Rafael Morales; y el director de Secretariado de Mantenimiento y Sostenibilidad, Salvador Merino.
La rectora destacó el compromiso que la UMA mantiene desde sus inicios por la sostenibilidad y alabó las actuaciones que ya se han llevado a cabo en este sentido, como la creación de nuevos espacios responsables socialmente o la puesta en marcha de sistemas para el ahorro energético.
Asimismo, resaltó la importancia de que la sociedad adquiera estos nuevos valores ya interiorizados por la Universidad. “Tenemos que aprender y educarnos, pero primero hay que plasmarlo y demostrarlo; sin duda la UMA es el mejor escaparate para ello”, manifestó. Merino, por su parte concretó algunos de los logros del proyecto. Así, el sistema de riego con agua reciclada utilizado en todo el campus de Teatinos, la próxima construcción de cubiertas verdes en la Facultad de Psicología, la gran superficie de zonas verdes con las que cuenta el campus, 1 millón de metros cuadrados, o el ahorro energético de facturación, cifrado en 386.000 euros en electricidad y 25.000 euros en agua, de la Escuela de Ingenierías; son algunos de los más inmediatos.
BIOUMA busca encontrar alternativas que permitan disminuir la huella ecológica y así neutralizar el efecto de las actividades humanas en la evolución del clima. Para ello se basa en una serie de principios esenciales para conseguir que la vida en la ciudad universitaria se desarrolle de forma sostenible, que pasan por la reducción del impacto ambiental, el ahorro económico, la implantación de las nuevas tecnologías y la sensibilización.
En virtud de este compromiso con el medio ambiente, la UMA ha firmado cuatro convenios con otras tantas entidades relacionadas con la recogida selectiva de residuos. Se trata de Ambilamp –reciclaje de lámparas-, Biorecúpera –residuos de impresión-, Tragamóvil, Ecofimática y Ecoasimelec –aparatos electrónicos- y Madre Coraje –todo tipo de materiales-. Los representantes de todas estas organizaciones han firmado los acuerdos con la rectora, Adelaida de la Calle.
Energía solar
La UMA ya está desarrollando acciones que se visualizan en la construcción de 8.000 metros cuadrados de paneles fotovoltaicos de energía solar, la implantación de estructuras para captar energía solar en una superficie de 2.000 metros cuadrados, la creación de una planta de trigeneración en la campus, la extensión de 264.905 metros cuadrados de bosque urbano y zonas verdes y un sistema integrado de gestión de residuos en el que se engloban tanto los peligrosos como los que no lo son.
Los objetivos de este último plan pasan por reducir el volumen de residuos generados en el origen, la recogida selectiva, su reciclaje y su reutilización. Para ello se crearán ‘islas ecológicas’ en las que se depositarán todo tipo de residuos de forma selectiva según sus características. También se han instalado puntos limpios en 25 espacios con el objetivo de que los residuos puedan ser reciclados correctamente. Esta iniciativa verde no se limita exclusivamente a la instalación de los puntos limpios, sino que la UMA, en su labor por concienciar y educar en materia de reciclaje, irá más allá con la realización de un seguimiento diario para observar el uso que la comunidad universitaria da a estos contenedores.
En este sentido, cada día se rellenará un documento con los datos recogidos durante la jornada y ahí se dará constancia de si el contenedor está lleno, por poner un ejemplo.
Aguas subterráneas
Asimismo se ha elaborado un proyecto de recogida de aguas subterráneas (‘red fresca’) que se traduce en una fuente de recursos eficientes y sostenibles de captación. Toda ella va en una red (tanto el agua de lluvia como el que procede de las excavaciones del metro) que confluye en un depósito situado frente a la Facultad de Derecho y que posteriormente será bombeada hasta un lago artificial ubicado en los terrenos de ampliación del campus de Teatinos que discurre de forma paralela a la línea de metro. Esa agua se utilizará para riego y el sobrante –si lo hubiere- para saneamiento.
Domotización
También está previsto hacer cambios en la iluminación -en lo referido a mejorar la distribución y sustituir la existente por tecnología LED-, domotizar los sistemas energéticos, aprovechar la recogida de aguas para el riego, adaptar los sanitarios para ahorrar hasta un 50% en el consumo y reducir la contaminación lumínica y acústica.
El acondicionamiento y mejora de los jardines universitarios, el desarrollo de actividades educativas y un completo programa de asesoramiento ambiental son otras premisas incluidas en BIOUMA, que no sólo tiene previsto marcar líneas de actuación, sino también llevar su filosofía a todos los estamentos de la Universidad de Málaga.