El consejero delegado de BSH Electrodomésticos España y presidente del Club de Excelencia en Sostenibilidad, José Longás, ha comentado durante su intervención en el curso ‘Hacia un nuevo modelo productivo sostenible’ de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (IUMP) que la “sostenibilidad, y con ella la responsabilidad social empresarial son conceptos que harán evolucionar tanto a las empresas como a las administraciones públicas”.
Longás planteó distintas vías para propiciar ese cambio de modelo productivo hacia la sostenibilidad empresarial en un panorama globalizado y acelerado, en el cual ha aumentado la demanda social sobre el papel de las grandes compañías, Longás explicó que el compromiso empresarial con la sociedad es absolutamente imprescindible.
Un primer paso hacia ese cambio de modelo productivo iría hacia la reconstrucción y fortalecimiento de valores como la honestidad, la ética, el compromiso, el esfuerzo, el mérito, la confianza, o el reconocimiento. Valores que Longás reivindicó para el funcionamiento de la empresa, y “de los cuales algunos se han ido alejando”. En este sentido, insistió en la necesidad de “educar en los principios éticos” y “despojar de la condición de empresarios y aislar socialmente a aquéllos que tiene comportamientos tramposos”.
Expresó su convencimiento de que “la empresa debe modificar su forma tradicional de gestionar”. Se trata de pasar de un enfoque exclusivo hacia los accionistas, clientes y empleados a tener en cuenta su función social y a responder a las inquietudes y necesidades de la sociedad que nos rodea. Es decir, pasar de la gestión de activos tangibles a la gestión también de intangibles. La capacidad de diálogo y la comunicación bidireccional de la empresa sostenible aportan, a juicio de Longás, “innovación, credibilidad y reputación” y abre nuevas oportunidades empresariales.
Otro activo intangible que, según Longás, cada día cobra más importancia y abre otra vía hacia el cambio de modelo productivo, es la reputación de la empresa, un aspecto que depende de “la conducta social y medioambiental y la contribución al desarrollo sostenible, no del agresivo marketing de auto-bombo”. Es algo, apuntó, que también deben tener en cuenta los políticos y funcionarios para asegurar la sostenibilidad de las Administraciones Públicas, así como los Sindicatos.
Longás se refirió a la capacidad de la empresa para crear un triple valor: económico, ecológico y social, como una tercera vía para un nuevo modelo productivo. Se trata, de desarrollar modelos de negocio que tengan éxito financiero y que, además, sean social, ecológica y éticamente correctos”. Porque, agregó, “el valor central de una compañía no es el crecimiento económico sino el desarrollo sostenible”. A esa sostenibilidad contribuye también la responsabilidad social, cada vez más tenida en cuenta por las empresas.