La Consejería de Universidades, Empresa e Investigación, a través de la Agencia de Gestión de la Energía de la Región de Murcia (ARGEM), impulsa la primera experiencia regional de energía geotérmica, que consistirá en una instalación con potencia frigorífica de 21.000 vatios anuales en la Casa del Belén de Puente Tocinos, la nueva sede de los artesanos belenistas.
Se trata de un novedoso proyecto que contempla la instalación de una máquina de aire acondicionado por bomba de calor geotérmica, gracias a sondas colocadas en sentido horizontal a un metro de profundidad de la tierra.
La energía generada permitirá ahorrar 6.823 kilovatios-hora al año en comparación con una bomba de calor convencional, lo que equivale a evitar la emisión de 2,6 toneladas de CO2 a la atmósfera al año.
Esta iniciativa renovable tendrá un marcado carácter demostrativo, ya que, al tratarse de una experiencia piloto, servirá de punto de partida para futuros proyectos de similares características que también pretendan cubrir parte de las necesidades de climatización de un edificio sin precisar las fuentes de energía fósil convencionales.
El director gerente de ARGEM, Teodoro García, explicó que para la puesta en marcha de esta actuación, la Consejería y el Ayuntamiento de Murcia "firmaron un convenio para incluir medidas de eficiencia energética y para diseñar instalaciones relacionadas con las energías renovables, que se convertirá en una referencia en la materia en nuestro país".
Energía geotérmica
La energía geotérmica se obtiene mediante el aprovechamiento del calor de las capas profundas del interior de la tierra, que a pocos metros de profundidad suele presentar aguas termales que fluyen naturalmente y que pueden incluso encontrarse en forma de vapor, lo que hace necesario un análisis previo de cada zona para elegir el método de extracción más eficaz.
En el resto de experiencias desarrolladas en el ámbito nacional, la explotación de este recurso energético suele hacerse con un número par de pozos, de tal forma que la mitad obtiene agua caliente que se reinyecta en el acuífero mientras la otra mitad enfría el caudal obtenido. De este modo se evita el agotamiento del yacimiento acuífero, toda vez que el agua que se reinyecta al mismo dispone de energía térmica. Además, permite mantener el caudal del agua, evita que las sales minerales circulen por el circuito de agua potable y se impide así la rotura de las instalaciones.