El Grupo Herrera ha logrado asentarse en el sector tras haber superado una situación tan complicada como es un concurso de acreedores. Este proceso se inició debido a tres factores determinantes: las tensiones de liquidez producidas como consecuencia de los sucesivos impagos de clientes; la disminución de la demanda, propia de la ralentización del mercado inmobiliario nacional; y el estrangulamiento financiero de las entidades de crédito, motivado por la situación del mercado.
Durante los tres años que ha durado esta etapa, el Grupo presidido por Julián Herrera ha tenido que solventar dificultades, para lo que ha contado con la implicación de todo su capital humano y el apoyo incondicional de los trabajadores. Tras la toma de decisiones difíciles se logró garantizar el futuro empresarial de las empresas del grupo y su actividad laboral. Una de las líneas de negocio que ha marcado este resurgimiento de la compañía ha sido la medioambiental, donde se está trabajando para la recuperación y protección de áreas naturales, para la protección y conservación del paisajismo municipal y la construcción y mejoras de centros educativos, deportivos, sociales y culturales.
En este sentido, el Grupo no sólo está asentado en Extremadura, donde acaba de finalizar obras como el Centro Sociosanitario o el Centro de Interpretación de la Batalla de La Albuera, en Badajoz, sino que expande su núcleo de actuación fuera de la región. Prueba de ello son obras como la ejecutada en Morón de la Frontera (Sevilla), con una planta de 10.000 metros cuadrados promovida por Aceitunas Guadalquivir, para lo que ha sido necesario operar con vigas de una sola pieza de 50 metros de longitud. Se trata de las vigas prefabricadas de mayor tamaño transportadas desde Extremadura hasta otra comunidad.
El plan estratégico del Grupo Herrera en esta nueva etapa se sustenta en tres pilares fundamentales: diversificación, donde destaca la construcción de viviendas prefabricadas o espacios multifuncionales; innovación, con trabajos como los llevados a cabo por la división Hecotalud, con sistemas de revestimiento formados por cables combinados con piezas ligeras especialmente diseñados para controlar la erosión; e internacionalización, gracias a las misiones comerciales ya iniciadas en diversas partes del mundo como Sudamérica, Oriente Medio, Norte de África o Magreb.