Huertoscompartidos.es es una herramienta para todas las personas que quieren cultivar sus propios alimentos, conectando aquéllas que disponen de terrenos con aquéllas que necesitan tierra para cultivar.
La comunidad de huertoscompartidos.es está formada por quienes quieren cultivar sus propias frutas y verduras, pero no tienen dónde hacerlo; quienes disponen de un pequeño terreno, y lo quieren ceder, a cambio de una parte de la cosecha; quienes quieren ayudar de otras formas, por ejemplo, mediante sus conocimientos sobre agricultura ecológica; quienes desean patrocinar el proyecto, económicamente, o en especie; quienes, simplemente, simpatizan con la idea y desean unirse a la comunidad.
Huertoscompartidos.es se dirige, no sólo a particulares, sino también a entidades públicas y privadas: ayuntamientos, centros de enseñanza, asociaciones, empresas, etc.
También fomenta la horticultura urbana, la recuperación de huertas tradicionales, la agricultura ecológica, la soberanía alimentaria (autosuficiencia), la producción local de alimentos, y la solidaridad, cooperación y voluntariado.
Participar en huertoscompartidos.es, poniendo en marcha un huerto ecológico, es bueno para la salud física y mental. También para el medio ambiente, porque reduce el CO2 y favorece la biodiversidad. Fomenta las relaciones sociales y la cooperación, es decir, la vida en comunidad. Es una apuesta por una economía verde, ya que muchas personas pueden ahorrar en sus gastos de comida, mediante la agricultura ecológica. Y, finalmente, aumenta la soberanía y seguridad alimentarias, al potenciar los productos locales.
En la web huertoscompartidos.es hay un formulario de registro para hortelanos y otro para propietarios que ofrecen terrenos, y se está desarrollando una aplicación de Google Maps, para poder ver, en un mapa, dónde están los demandantes y dónde los ofertantes de terrenos. Huertoscompartidos.es les pondrá en contacto.
Huertoscompartidos.es , según su impulsor, Santiago Cuerda Cañas, “es una contribución a la sociedad en transición hacia un modelo de economía verde, una firme apuesta por la horticultura urbana ecológica, que nos ayudará a hacer más habitables las ciudades, a recuperar nuestros pueblos, a reducir CO2, y a emplear el tiempo de ocio en una actividad gratificante, saludable y económicamente rentable, ya que nos proveerá de hortalizas para el consumo familiar. Fomentar la ayuda mutua entre propietarios y horticultores mejorará las relaciones sociales. En definitiva, tendremos unas ciudades más amables”.