Según datos de AFELMA (Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes) en 2011 las ventas en España de lanas minerales aislantes (lanas de vidrio y lanas de roca) alcanzaron 1,94 millones de metros cúbicos, lo que representa un descenso del 8% en relación con el ejercicio anterior. AFELMA estima la facturación de las Lanas Minerales Aislantes en 125 millones de euros. En consecuencia, en 2011, miles de edificios han ahorrado en su factura energética y han incrementado su confort acústico y su protección contra el fuego al utilizar Lanas Minerales.
Las Lanas Minerales Aislantes han tenido un comportamiento aceptable en comparación con el contexto sectorial caracterizado por la aguda recaída de la obra nueva y la rehabilitación. En efecto, frente al descenso del 8% en el volumen de ventas de las Lanas Minerales Aislantes, las estadísticas de Fomento revelan que en 2011 el número de viviendas libres iniciadas descendió un 14% respecto a 2010, un porcentaje que se eleva al 33% en relación con 2009. De otro lado, las 168.000 viviendas terminadas en 2011 suponen un retroceso del 35% en relación con el ejercicio anterior y del 56% si se comparan con 2009.
Por su parte, la rehabilitación, que debería de jugar un papel determinante para aliviar la situación del sector de la construcción, ha vuelto a caer en el año 2011, tal y como refleja el número de visados de obras de reforma de viviendas y edificios (63.000) que experimentó una caída del 14% sobre 2010 y del 13% sobre 2009.
Se cumplen así los pronósticos de AFELMA en los que apuntaba hacia un mercado que seguiría instalado en una intensa crisis, tal y como se deducía de los datos disponibles.
Para 2012 AFELMA reclama un PLAN NACIONAL y URGENTE de rehabilitación térmica y acústica de edificios que recupere la construcción. De no ser así, las previsiones señalan un escenario más crítico. Este PLAN deberá contener formas de financiación a bajo interés y deducciones fiscales. Para AFELMA la reducción de la dependencia energética de España, próxima al 80% (superior en 30 puntos a la de Francia y en 14 a la de Alemania) y, por tanto de la factura energética nacional y de los hogares, son motivos suficientes para justificar la rehabilitación térmica de los edificios, cuyo consumo energético en climatización ronda el 30% del nacional. Una reducción del consumo energético de los hogares que se hace más acuciante aún cuanto más se incremente los precios del petróleo y la factura eléctrica, que próximamente volverá a subir. Este ahorro energético debe lograrse a través de la mejora de las condiciones térmicas de los edificios y viviendas, singularmente del aislamiento.
Por su parte, la rehabilitación acústica se asienta también en razones de sobra conocidas. En primer lugar en el alto porcentaje de hogares (hasta el 30% en algunas comunidades, cinco puntos más que la media nacional) que señalan al ruido como el principal problema ambiental. En segundo lugar, con una importancia creciente, la falta de exigencias normativas a nivel acústico a la hora de rehabilitar los edificios, que en muchos contribuye a empeorar las condiciones acústicas de los mismos.
El citado Plan debe ir precedido de la actualización del DB HE1 (apartado térmico del Código Técnico de la Edificación), que debería haberse publicado el pasado año, con nuevas exigencias que aumenten de verdad el ahorro energético de los edificios nuevos y de los rehabilitados. Para ello, es necesario que se incorporen niveles de exigencia que nos aproximen proporcionalmente a los países de nuestro entorno (una vivienda bien aislada consume un 50% menos), que tienen porcentajes de dependencia energética muy inferiores a España. Esto es más necesario aún en unos momentos en los que se aprecia con nitidez que los cálculos más optimistas sobre el precio del petróleo en los que se basó el anterior DB HE1 (64$), han quedado claramente desfasados. Los estudios de AFELMA para la revisión del DB HE1 sitúan el precio del barril de petróleo alrededor de los 105 dólares.
Según AFELMA, la polivalencia del producto, su calidad estable y garantizada son las bases que justifican este comportamiento aceptable en comparación con la situación del sector. Los profesionales españoles, igual que los del resto de Europa, valoran la rentabilidad de la inversión, ya que se mejora el aislamiento térmico, acústico y la protección frente al fuego (esencial para la seguridad de personas y bienes) con el mismo producto.