Best Western Hotel Conde Duque ha sometido recientemente a revisión todas sus instalaciones eléctricas, de gas y agua a través de una Auditoría Energética, lo que ha permitido detectar varios puntos de mejora en relación a la eficiencia energética de los sistemas de iluminación, calor y frío y también respecto a los consumos de energía y agua.
La realización de este estudio se enmarca dentro de la apuesta del hotel por la sostenibilidad y el respeto al entono, una estrategia que además de favorecer al propio establecimiento también permite una presencia más equilibrada y respetuosa con todo aquello que le rodea, desde las personas al medioambiente.
Con la aplicación progresiva de todas las medidas sugeridas en el estudio energético, Best Western Hotel Conde Duque podrá ayudar a reducir la emisión a la atmósfera de unas 52 toneladas de CO2 al año, con unos ahorros en las facturas energéticas y de consumo de agua que rondarán al menos los 18.000 euros anuales, y todo ello manteniendo intacto el confort para los huéspedes y trabajadores del hotel. La aplicación de las mejoras supone una serie de inversiones que se amortizarían en periodos que van desde los seis meses a los 10 años, dependiendo de cada caso.
Cambio de equipamiento y sensibilización
La adecuación del Best Western Hotel Conde Duque a los cánones de un establecimiento más eficiente y respetuoso con el medioambiente se realizará en torno a dos variables. Por un lado está el cambio hacia un equipamiento con una certificación energética más ambiciosa y por otro la puesta en marcha campañas de sensibilización tanto entre personas que se hospedan en el hotel como entre aquellas que trabajan en el mismo. En este sentido pequeños cambios pueden suponer importantes ahorros, por ejemplo realizar la limpieza sin malgastar agua, no dejar el grifo abierto innecesariamente, usar las maquinas de la lavandería a una temperatura de 40º y ponerlas en marcha solo cuando estén llenas, apagar el equipamiento informático cuando no se usa o ponerlo en reposo en períodos de inactividad momentánea. Son sencillos gestos que ahorran energía y agua con un coste de implantación que se reduce a la puesta en marcha de campañas de sensibilización para los clientes (para un uso más responsable de agua, frío y calor) y de formación para el personal.
Adicionalmente, entre las recomendaciones propuestas en la Auditoría Energética se encuentra el cambio o mejora del equipamiento como la sustitución de las lámparas halógenas dicroicas estándar por otras de bajo consumo, la adquisición de nuevas enfriadoras (para el aire acondicionado), la implantación de un sistema de control central de la climatización en las habitaciones (ahora individual desde cada cuarto) o colocar aislamiento en los depósitos de agua caliente (para reducir las pérdidas de energía a través de sus paredes). En cuanto al agua se ha propuesto el control de los consumos con la instalación de mecanismos de regulación de la descarga en los inodoros y de aireadores en la grifería de lavabos y duchas. La cantidad de agua usada se reduce un 40% con ambas medidas.
Optimización de facturas
La Auditoría Energética realizada en el Best Western Hotel Conde Duque ha desvelado un consumo energético donde predomina el gasto eléctrico por encima del de gas, aunque en términos de uso se consume casi al 50%. Este desfase se debe al mayor coste unitario de la electricidad. Para intentar ajustar estos gastos se llevó a cabo un estudio específico de los tipos de consumos, de las facturas energéticas y de los servicios contratados con las compañías suministradoras. De este modo se descubrió que la potencia eléctrica contratada se encontraba por encima de las necesidades del hotel. Solo esta modificación, que no supone ningún coste de implantación, consigue ahorrar alrededor de 600 euros anuales. Además también se solicitaron propuestas de diferentes compañías suministradoras de electricidad y gas para barajar un cambio de proveedor cuando se produzca el vencimiento del actual contrato.