La Fundación Enric Miralles, una iniciativa de la arquitecta Benedetta Tagliabue, mujer y socia en el estudio que compartieron juntos, EMBT. Según Tagliabue, “tenemos que inventar, ahora se abre la Fundación pero nuestra intención es ir mucho más allá”. El objetivo de la fundación es recordar la figura y el trabajo de Enric Miralles, pero también, siguiendo su forma de trabajar y pensar, ofrecer un espacio abierto para la experimentación de la arquitectura y otras disciplinas afines. Desde la Fundación se apoyará a arquitectos emergentes, que podrán participar en programas de residencia e intercambios internacionales.
La Fundación Enric Miralles está presidida por Benedetta Tagliabue y cuenta como Miembros de Honor con Oriol Bohigas, Arata Isozaki y Rafael Moneo. Además tendrá un Patronato formado miembros de la familia Miralles-Tagliabue y por arquitectos y personalidades del mundo cultural. Oriol Bohigas ha destacado en la presentación dos aspectos esenciales de Enric Miralles, “la calidad intrínseca de su obra y su capacidad de influencia en toda una generación y las posteriores”, siendo la fundación una herramienta muy importante para “la conservación de su material y mantener su enseñanza pedagógica”.
Por su parte, Rafael Moneo ha comentado que le “resulta difícil pensar en Enric y tener que identificarlo inmediatamente con una obra, podría hablar de tres o cuatro. Enric hace del total de su carrera una aventura tan ligada a su persona que la necesidad de estudiarlo dan profundo sentido a la fundación” y ha pedido que sus obras sigan vivas a través de la Fundación. “Para nosotros Enric no ha muerto, y creo que la Fundación nos lo va a permitir sentir y vivir”, ha finalizado.
Arata Isozaki también ha querido recordar desde Japón la figura de Enric Miralles, con un mensaje que ha hecho llegar a través de Benedetta Tagliabue: “Gaudí era un hombre de empeño. Miralles era un genio. Barcelona, la ciudad que ha acogido a ambos arquitectos en el inicio y final del siglo XX, será recordada en la historia a nivel mundial”.
La sede de la Fundación, ubicada en el mismo edificio que alberga el estudio EMBT en Barcelona, dispone de más de 500m2 que se utilizarán para mostrar el archivo propio de Enric Miralles, con una amplia colección de maquetas originales, presentar exposiciones temporales y organizar actividades destinadas a la experimentación en la arquitectura.
Entre el material propio de la Fundación, destaca el archivo Enric Miralles, que custodiará y gestionará. Este archivo, con más de 800 maquetas originales, será catalogado y digitalizado para ser accesible a todo el mundo.
Dos exposiciones con Harvard como nexo
La Fundación abre sus puertas con dos exposiciones con Harvard como punto en común, por su relación en 1993 con Enric Miralles y este año 2012 con Benedetta Tagliabue.
La exposición “Miralles en Harvard, 1993”, es una recreación literal de la exposición realizada en 1993 por Enric Miralles durante su estancia como profesor en la cátedra Kenzo Tange en Harvard.
Para el montaje de la exposición monográfica sobre su obra, en 1993 Enric Miralles dispuso una serie de proyectos que se mezclaban entre sí. De este modo, la yuxtaposición de dibujos del Círculo de Lectores de Madrid, el Palacio de los Deportes de Huesca o el Cementerio de Igualada terminó formando una planta montada a modo de mural a lo largo de los 21 metros de una de las paredes de la Gund Hall Gallery.
Por otro lado, el arquitecto también dispuso varios collages fotográficos de diferentes construcciones sobre semicilindros de policarbonato transparente. Este recurso pretendía que la representación adquiriese un cuerpo que no sólo ilustrase los proyectos, sino que constituyese también una nueva realidad para el público que visitaba la escuela. Finalmente Miralles intentó que la exposición de las plantas de diversos trabajos llevase a los diferentes lugares en los que se exhibía parte del espíritu del entorno original para el que habían sido proyectados.
La exposición “Redescubriendo Glòries”, se pueden ver las propuestas que los alumnos de Harvard han realizado este año sobre la plaza de las Glòries. Estos trabajos son el resultado de la colaboración de la arquitecta Benedetta Tagliabue en la Cátedra Dunlop del Departments of Architecture & Urban Planning and Design de Harvard. La exposición recoge las maquetas de los proyectos finales de los 13 estudiantes internacionales que participaron en el curso.
Benedetta Tagliabue facilitó a los alumnos toda la información sobre el proyecto de Glóries y ellos pudieron actuar con total libertad para diseñar una estrategia urbanística completa, sin interferencias y replanteando el proyecto desde cero. El resultado que se puede ver en la exposición es muy variado, y se divide en tres bloques en función de la propuesta planteada: continuista, manteniendo la anilla y el tráfico rodado; otras propuestas que reciclan elementos actuales e introducen nuevos; y aquellas que rompen con todo lo que existe actualmente y proponen un cambio radical de la Plaza.
Mohsen Mostafavi, decano de