Ence ha cerrado un “Project Finance” por importe de 60,7 millones € para la financiación de su nueva planta de energía con biomasa de Mérida, operación que ha sido coordinada por Banesto, como banco agente, y en la que participan también La Caixa y BBVA. Es la segunda operación de estas características que se realiza en España para la financiación de una planta de biomasa tras la llevada a cabo el pasado año, también por Ence, para su planta de Huelva, que entrará en funcionamiento a finales de este año.
Ence ha firmado también un contrato de construcción “llave en mano” con Sener Ingeniería y Sistemas, lo que garantiza la ejecución del proyecto en coste, calidad y plazo de la planta. La inversión total en la planta se elevará a 80,9 millones €.
Ignacio Colmenares, Consejero Delegado de Ence, ha afirmado que “esta operación permitirá la entrada en funcionamiento durante el tercer trimestre de 2014 de una de las mayores plantas de energía renovable con biomasa de España, con una potencia nominal de 20 MW, y aportará un EBITDA recurrente de 10 millones €/año, con una producción cercana a 160 millones de kWh/año suficiente para atender las necesidades de electricidad de cerca de 150.000 personas”.
Las principales características de esta operación, que pone de manifiesto el alto nivel de confianza de la comunidad financiera en el proyecto de energía renovable con biomasa de Ence, son las siguientes:
- El 75% del proyecto se financiará con deuda y el 25% con fondos propios.
- El plazo de la financiación es de 15 años, 2 correspondientes a la construcción y 13 años de amortización durante la explotación comercial de la planta.
La financiación conseguida para la planta de Mérida constituye otro importante hito en el desarrollo de la estrategia de Ence de crecimiento en el sector de la energía, que contempla la puesta en marcha de 210 MW adicionales en centrales de biomasa hasta 2015, lo que supone más que duplicar la actual capacidad instalada. Hay que señalar que el próximo mes de septiembre está prevista la sincronización de la planta de 50MW de Huelva que proporcionará un EBITDA recurrente de 25 millones € /año.
La compañía dispone de una potencia de energía renovable con biomasa de 180 MW, que la convierten en líder español en generación de energía con biomasa, con una producción de energía eléctrica superior a los 1.500 millones de kWh/año.
Ence está impulsando el desarrollo internacional de la generación eléctrica con biomasa, objetivo para el cual ha creado un equipo profesional altamente cualificado. Esta línea de actividad va a permitir poner en valor en los próximos años el gran potencial internacional creado por Ence en el sector de la energía, gracias al desarrollo de una plataforma tecnológica de cultivos energéticos y generación con biomasa, tecnologías en la que la compañía está a primer nivel mundial.
En paralelo, Ence sigue avanzando en los proyectos en marcha afectados temporalmente por la moratoria a las renovables, de cara a que estén preparados para comenzar su construcción con la mayor agilidad posible, una vez que se levante la suspensión. La compañía contempla seguir invirtiendo y creciendo en el sector de la energía con el firme propósito de tener antes de final de 2015 un EBITDA estable y recurrente de 100 millones €, procedentes exclusivamente de esta línea de negocio.
Ventajas de la energía con biomasa
La energía renovable con biomasa tiene un enorme potencial de desarrollo en España, segundo país de la Unión Europea en superficies forestales. De hecho, es la única energía renovable que presenta un balance económico positivo por los beneficios generados dada su capacidad de creación de empleo (hasta 20 empleos por MW instalado), de desarrollo del medio rural y de contribución a la mejora del medio ambiente, tanto a través de la captura de CO2 como del cuidado y limpieza de los montes, con una reducción del riesgo de incendios de hasta un 70%. Además, es la energía renovable más estable y la única gestionable, sin depender de factores variables como la luz del sol, el viento o la disponibilidad de ciertos desechos agrícolas.
Además, la biomasa podría participar en la sustitución progresiva del carbón nacional, creando empleo en las cuencas mineras afectadas, dada la proximidad de dichas cuencas con zonas forestales con potencial de producción de biomasa.