Réplica del Acueducto de Segovia en madera de frondosas estadounidenses gracias a la participación ciudadana en el Festival Hay.

El martes 25 de septiembre de 2012, en el marco del Festival Hay de Segovia, más de 300 estudiantes y voluntarios segovianos contribuyeron a batir un récord en el mayor proyecto de colaboración que AHEC ha llevado a cabo hasta la fecha. Voluntarios locales formaron una cadena humana que se extendió a lo largo de 200 metros subiendo desde la Plaza de Santa Columba hasta la Casa de los Picos, sede de la Escuela de Diseño de la ciudad, para transportar bloques de tulipwood estadounidense como parte de una instalación de diseño desarrollada en dos fases concebida por el arquitecto Fermín González Blanco y sus estudiantes de la IE University. El resultado fue un extraordinario evento del Festival en el que el espíritu y el sentido de comunidad tuvieron un papel fundamental.

En Segovia se encuentra la escuela de arquitectura de la prestigiosa IE Universidad, con la que AHEC comenzó a colaborar a principios del año 2012 con el objetivo de proporcionar una valiosa experiencia de aprendizaje a sus estudiantes que incluyese conocimientos sobre la madera como material de diseño, su potencial estructural y sus credenciales medioambientales así como oportunidades para que los estudiantes diseñasen y creasen proyectos utilizando madera de frondosas estadounidenses.

Utilizando un sistema de construcción por medio de bloques de siete formas diferentes denominado ‘Lupo’ concebido por González Blanco, alrededor de 20 estudiantes diseñaron dos estructuras, complementarias pero muy diferentes entre sí, a partir de grandes paneles laminados de tulipwood estadounidense. De estos paneles se cortaron 432 piezas ‘Lupo’, utilizando una fresadora CNC y se efectuaron una serie de complejos patrones de taladrado en cada bloque para poder unir fácilmente los bloques, sin cola, utilizando espigas de madera. Los 432 bloques ‘Lupo’ mecanizados y taladrados se montaron para crear una réplica a escala exacta de una sección del Acueducto Romano. El modelo se construyó en cuestión de horas justo debajo del Acueducto original ante la mirada sorprendida de los paseantes. La réplica a escala 1:10 alcanzó una altura de casi tres metros con un peso de 453 kg. En una ceremonia a la que asistió una gran multitud, el Alcalde de Segovia colocó el bloque final y anunció terminada la estructura.

La réplica permaneció montada hasta la tarde, cuando se desmontó cuidadosamente. Lo que sucedió después fue probablemente la fase más ambiciosa del proyecto en la que más de 300 voluntarios segovianos de todas las edades formaron una cadena humana que ascendía desde el Acueducto hasta la Casa de los Picos (el edificio de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Segovia). Las 432 piezas ‘Lupo’ pasaron de mano en mano a lo largo de la cadena humana en un ambiente de fiesta y emoción que sorprendió tanto a los turistas como a los propios segovianos que contemplaron la escena. Para Sheila Cremaschi, Directora del Festival Hay de Segovia, la sensación y el ambiente que se vivieron fueron algo inolvidable, “¡Es el mejor proyecto comunitario que he visto nunca! ¡Toda la comunidad se ha unido para colaborar en él y ha sido algo extraordinario!”.

Una vez en la Casa de los Picos, se procedió a montar los bloques para completar la segunda parte de la instalación, esta vez más permanente, denominada la ‘Esponja’. La ‘Esponja’ es una impactante estructura de 3,7 metros de altura que utiliza todos los paneles de tulipwood que quedaron de la fabricación de los componentes ‘Lupo’. Los 92 paneles cuadrados que contienen los huecos creados al recortar los componentes ‘Lupo’ se unieron sin cola y sin herrajes utilizando un inteligente sistema de conectores de madera que permite unir, desmontar y volver a unir los bloques para múltiples usos. Los grandes huecos de los paneles permiten a los visitantes ver a través de la estructura.

“La réplica del Acueducto ha tenido un impacto mucho mayor del que nunca nos hubiéramos imaginado. El tulipwood era el material perfecto puesto que nos proporcionaba la resistencia necesaria a la vez que ligereza de peso. Pero lo que no esperaba es la manera tan armoniosa en que las variaciones naturales de color propias del tulipwood se combinaban y complementaban con los bloques de granito de detrás propios de la sala de exposición. Utilizar posteriormente el resto del material en la ‘Esponja’ y mostrar las propiedades estructurales del tulipwood dio una nueva dimensión al proyecto y estamos muy agradecidos a Arup por su asesoría y ayuda en los aspectos estructurales durante la fase de diseño”, comentó David Venables, Director Europeo de AHEC, quien desarrolló la idea original para el proyecto junto con Fermín González Blanco.

Más sobre el Tulipwood estadounidense (Liriodendron tulipifera)

La albura del tulipwood es de color blanco cremoso y puede presentar vetas oscuras. El duramen varía de marrón amarillo claro a verde oliva. El tono verde del duramen tiende a oscurecerse con la exposición a la luz pasando a un tono marrón. La fibra es recta y la textura es media a fina.

La madera de tulipwood es muy versátil y es una de las frondosas estadounidenses de mejor precio. Se utiliza mucho en construcción, ebanistería y carpintería interior. Aunque es relativamente ligera y blanda, la madera de tulipwood tiene excelentes propiedades mecánicas y un excelente ratio de resistencia en relación a su peso por lo que es ideal para la fabricación de vigas laminadas y para estructuras. El tulipwood frecuentemente se pinta o se tiñe, aunque está aumentando el uso de acabados naturales que permiten ver sus excitantes variaciones de color y sus veteados.

 
 
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