Las emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión Europea (UE) descendieron por término medio un 2,5 % entre 2010 y 2011, si bien aumentaron en varios países. Según dos informes publicados por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), casi todos los países europeos avanzan en el cumplimiento de sus compromisos en el marco del Protocolo de Kioto.
El informe “Approximated EU greenhouse gas inventory: early estimates for 2011” incluye estimaciones preliminares de las emisiones de gases de efecto invernadero durante el año pasado y aporta datos esenciales para el informe sobre “Greenhouse gas emission trends and projections in Europe 2012”, que evalúa los progresos realizados por la UE en relación con sus compromisos en el marco del Protocolo de Kioto.
“La Unión Europea en su conjunto superará su objetivo de reducción de emisiones de Kioto”, ha afirmado Jacqueline McGlade, directora ejecutiva de la AEMA. “En dos meses, habremos llegado al final del primer periodo de compromiso previsto en el Protocolo de Kioto. Desde 1997 se han hecho progresos considerables, pero todos los Estados miembros deben cumplir sus planes. Aquellos Estados miembros de la UE que no hayan cumplido su objetivo mediante la reducción de las emisiones nacionales seguirán teniendo a su disposición los mecanismos flexibles del Protocolo de Kioto hasta 2015.”
Reducción de emisiones en 2011
Según estimaciones de la AEMA, las mayores reducciones de las emisiones de 2010 a 2011 en términos porcentuales se registraron en países relativamente pequeños en el conjunto de las emisiones totales de la Unión Europea: un 13 % en Chipre, seguido de un 8 % en Bélgica, Finlandia y Dinamarca. El Reino Unido llevó a cabo las mayores reducciones de emisiones en términos absolutos, con una reducción de 36 millones de toneladas de equivalente de CO2 (Mt eq. CO2) en 2011, o el 6 %, seguido de Francia (24 Mt eq. CO2, 5 %) y Alemania (17 Mt eq. CO2, 2 %).
Nueve Estados miembros de la UE incrementaron las emisiones entre 2010 y 2011. Bulgaria aumentó las emisiones un 11 %, mientras que Lituania lo hizo un 3 % y las emisiones rumanas aumentaron un 2 %. Sin embargo, estos países han realizado algunos de los recortes más drásticos en las emisiones totales desde 1990.
Si bien los factores económicos han podido ser más determinantes en unos países que en otros, cabe destacar que la economía de la UE creció en su conjunto un 1,5 %, mientras que las emisiones disminuyeron un 2,5 %. La mayoría de países que registraron los recortes de emisiones más importantes experimentaron un crecimiento económico positivo en 2011.
Un factor clave de la reducción de emisiones en 2011 fue el invierno suave en la mayoría de los países, por lo que la demanda de combustibles fósiles para calefacción fue menor que en 2010. El sector residencial y comercial —en su mayoría no incluido en el régimen de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero de la Unión Europea (’RCDE UE’)— fue el que más contribuyó a la reducción de las emisiones en la Unión Europea.
Las cifras de la AEMA se consolidarán a mediados de 2013 en el inventario de gases de efecto invernadero de la UE. El inventario permitirá realizar un análisis detallado de las tendencias de las emisiones en los Estados miembros de la UE.
Países europeos que se acercan a sus objetivos de Kioto
Las emisiones no incluidas en el ‘RCDE UE’ son importantes, porque los cambios en estos sectores no comerciales determinan en parte si los países cumplirán sus objetivos de emisiones. A nivel de la UE, las emisiones totales de los sectores no incluidos en el ‘RCDE UE’ se redujeron aproximadamente un 3,0 %, mientras que las emisiones de los sectores incluidos en el ‘RCDE UE’ se redujeron un 1,8 % en 2011.
En los 15 Estados miembros con un compromiso común en el marco del Protocolo de Kioto (EU-15), las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de sectores no comerciales disminuyeron en un 3,8 % entre 2010 y 2011. Esta reducción de las emisiones, en combinación con contribuciones previstas de las actividades relacionadas con los sumideros de carbono y los mecanismos flexibles del Protocolo de Kioto, confirma que la EU-15 está en vías de superar su objetivo del 8 % de reducción de emisiones. Sin embargo, para cumplir este objetivo, todos los países deben cumplir sus objetivos individuales.
Con los límites máximos de emisión ya fijados para los sectores incluidos en el ‘RCDE UE’, las reducciones de emisiones de los sectores no incluidos en el ‘RCDE UE’ , junto con las contribuciones de los sumideros de carbono, determinará finalmente cuántos créditos de emisiones necesitarán algunos Estados miembros para alcanzar sus objetivos individuales a más tardar a principios de 2015. El informe de la AEMA evidencia que algunos Estados miembros todavía deben desarrollar planes específicos sobre estas adquisiciones (Italia) o cumplir los planes ya existentes (en particular Austria, Bélgica, Portugal y España).
Avances en el cumplimiento de los objetivos de 2020
La UE ha aprobado medidas legislativas para reducir los gases de efecto invernadero en un 20 % entre 1990 y 2020. Las últimas cifras muestran que las emisiones en la UE han caído un 16,5 % y que la Unión está en vías de cumplir este objetivo. Si se excluye la aviación internacional, como es el caso en el marco del Protocolo de Kioto, las emisiones en la UE han descendido un 17,5 % desde 1990.
Las proyecciones de los Estados miembros indican que, con las políticas y medidas actualmente en vigor, las emisiones de la UE seguirán cayendo hasta alcanzar en 2020 el 19 % inferior a los niveles de 1990. Menos de la mitad de los Estados miembros de la UE prevén que sus niveles de emisión disminuyan por debajo de su objetivo individual de 2020, solo con las medidas nacionales vigentes.
Aunque la ’Decisión sobre el esfuerzo de los Estados miembros para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero a fin de cumplir los compromisos adquiridos por la Comunidad hasta 2020 permite a los Estados miembros recurrir a mecanismos de flexibilidad para cumplir sus objetivos de emisiones anuales, la mayoría de los Estados miembros tienen que redoblar esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero acelerando la aplicación de las políticas y medidas adicionales ya planificadas.