De acuerdo con las últimas encuestas que maneja la Unión Europea, la mayoría de los europeos, el 56 %, considera que la calidad del aire se ha deteriorado en los diez últimos años. En Italia, el 81 % así lo cree, igual que el 70-75 % de los encuestados en Chipre, España, Francia, Grecia, Hungría y Rumanía.
El Eurobarómetro Actitudes, una encuesta sobre la opinión de los europeos respecto a la calidad del aire, indica un apoyo firme a más medidas a escala de la UE. Casi cuatro de cada cinco encuestados (el 79 %) creen que la UE debe proponer medidas adicionales para hacer frente a la contaminación atmosférica. La encuesta preguntó concretamente a los participantes si estaban al corriente de las normas de calidad del aire de la UE y de los límites nacionales en materia de emisiones. De los que conocían estos instrumentos (el 25 % en ambos casos), más de la mitad (el 58 % y el 51 %) opinó que deberían hacerse más rigurosos. Los resultados se incorporarán a la revisión en curso por la Comisión de la política de la UE sobre la calidad del aire, que está prevista para el segundo semestre de 2013.
Janez Potocnik, comisario europeo de Medio Ambiente, ha declarado que "los ciudadanos quieren que actuemos y nuestra respuesta será revisar nuestra política de calidad del aire en 2013. Reclaman más medidas en sectores fundamentales, así como mejor información sobre la eficacia de las políticas. Para responder a estos desafíos, tenemos que colaborar a todos los niveles políticos y proceder a tomar medidas sobre el terreno".
La encuesta revela un amplio descontento con las medidas que se están tomando para hacer frente a los problemas de calidad del aire: siete de cada diez europeos (el 72 %) se declaran insatisfechos con los esfuerzos realizados por las autoridades públicas para mejorar la calidad del aire. La encuesta también indica la impresión general de que el grado de información sobre la calidad del aire es insuficiente. Casi seis de cada diez europeos (el 59 %) no se creen correctamente informados sobre la calidad del aire y el 31 % de los encuestados en España y el 27 % de los encuestados en Luxemburgo, Chipre y Letonia opinan que no se los informa en absoluto.
Controles más rigurosos sobre las emisiones indudtriales y energéticas
Al preguntárseles sobre la manera más eficaz de luchar contra la contaminación atmosférica, el 43 % sugiere unos controles más rigurosos de las emisiones de la producción industrial y energética. Las emisiones de los vehículos (el 96 %), la industria (el 92 %) y el transporte internacional (el 86 %) se consideran las de mayor incidencia en la contaminación atmosférica.
Los efectos de la contaminación atmosférica en la salud y la naturaleza también constituyen un motivo de preocupación. Casi nueve de cada diez europeos creen que las enfermedades relacionadas con la calidad del aire, tales como las enfermedades respiratorias y cardiovasculares, son un problema grave. En torno a ocho de cada diez consideran problemas graves la acidificación y la eutrofización.
Los coches eléctricos y los coches híbridos de electricidad y gasolina se consideran los más beneficiosos para la calidad del aire y el sistema de calefacción eléctrica de los hogares, el más respetuoso con el medio ambiente, seguido de la biomasa de madera, el gas y la biomasa de granulados. Siete de cada diez encuestados creen que debería darse la prioridad a la energía procedente de fuentes renovables como la principal opción energética en el futuro.
Un 85 % de los europeos está de acuerdo con el principio de «quien contamina, paga», a fin de que quienes contaminan también paguen por el coste de los efectos negativos en la salud y el medio ambiente. A la pregunta de lo que podría hacerse a nivel personal para mejorar la calidad del aire, la mayoría de los encuestados (el 63 %) indicó como actuaciones individuales más importantes la reducción del uso del automóvil y la sustitución de los antiguos aparatos que utilizan energía por modelos más eficientes (el 54 %).
Las normas de calidad del aire se siguen incumpliendo
A pesar de los progresos registrados en los últimos años, varias normas de calidad del aire se siguen incumpliendo ampliamente en la mayoría de las zonas más densamente pobladas de la UE, en especial por la presencia de contaminantes como las partículas, el ozono troposférico y el dióxido de nitrógeno. 2013 será el año en que se revisará la política atmosférica vigente de la Comisión, centrándose en la búsqueda de soluciones para mejorar la calidad del aire que respiramos.
Como parte de la revisión, la Comisión también ha puesto en marcha una consulta en línea a las partes interesadas, en la que los ciudadanos de la UE, las organizaciones y las empresas pueden expresar su opinión y aportar ideas sobre las opciones de cara a la revisión de la política de calidad del aire. La consulta en línea está abierta hasta el 4 de marzo de 2013.