El Programa de las Naciones Unidas Un-habitat ha concedido al Plan de Rehabilitación Integral de Castilla y León (PRICyL) la consideración de ‘Good Practice’ (buena práctica). En la comunicación se valora su impacto en la mejora del espacio habitado y se comunica que el programa ha quedado incluido en la base de datos del programa Un-habitat con el objetivo de promover a nivel global el intercambio, el aprendizaje y la reproducción de dichas buenas prácticas.
Con este reconocimiento, el programa de la ONU incorpora a sus recomendaciones el PRICyL, que tiene por objeto promover la regeneración urbana y la rehabilitación de los espacios históricos a escala regional y se concibe como una evaluación crítica de una experiencia consolidada, seleccionando las mejores experiencias y proponiendo una nueva estrategia a medio plazo.
La práctica de la rehabilitación en Castilla y León ha permitido revitalizar zonas degradadas y frenar el deterioro del tejido urbano y social. En este sentido el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, ha destacado que “mejorar las ciudades y los barrios, además de prevenir la degradación funcional de los edificios y viviendas, permite evitar otro tipo de problemas sociales”, algo que a su juicio es mucho más importante.
A pesar de estos momentos de dificultad económica, la Administración regional realiza un balance y autocrítica del procedimiento seguido en estos años para reconducir las estrategias y abordar objetivos sociales y urbanísticos más amplios. Se quiere incidir en aquellos que están vinculados al reequilibrio territorial y a la cohesión urbana. Con una experiencia acumulada en casi 60 actuaciones, la Junta de Castilla y León, ha elaborado un programa de mejora estratégica que pretende dar un impulso global a la rehabilitación, destacando las experiencias más positivas y verificando su potencial como motor de la regeneración urbana en ciudades, villas y pueblos.
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente considera que teniendo en cuenta la singularidad del territorio de Castilla y León es imprescindible seguir poniendo en el punto de mira al patrimonio construido de la región, abordar las singularidades de un territorio muy extenso, poco poblado y con medio rural muy relevante, y orientar las acciones hacia espacios y grupos sociales menos favorecidos.
El PRICyL se desarrolla a partir del estudio de las prácticas ya realizadas, que se pueden resumir en 3 actuaciones ejemplares: La Judería en Segovia, El polígono Río Vena en Burgos y las Tierras del Renacimiento desarrollada en 3 municipios palentinos.