El Centro Español de Información del Cobre (CEDIC), junto con la Asociación Catalana de Fibrosis Quística, han llevado a cabo una nueva iniciativa por la que la Unidad de Fibrosis Quística del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona ha incorporado objetos cuya superficie de contacto es de cobre. Esta instalación prevendrá la propagación de infecciones ante pacientes especialmente vulnerables a ellas. La eficacia del cobre se ha demostrado en diferentes experiencias y estudios realizados en países como Reino Unido o Estados Unidos. Actualmente, ya se utiliza en más de 50 edificios en todo el mundo en entornos sanitarios y en zonas de alto tránsito de personas como aeropuertos, escuelas y transporte público de algunos países.
El cobre es un material con propiedades antimicrobianas que elimina microorganismos patógenos como bacterias, virus u hongos, reduciendo de esta manera el riesgo de propagación de enfermedades. El cobre actúa a través del contacto, por lo que es un material idóneo para fabricar objetos que son tocados con frecuencia, como pomos de puerta, mesas o grifos, en lugares con alto tránsito de personas, como transporte público, escuelas y, especialmente, entornos sanitarios en los que abundan bacterias y virus. Numerosos ensayos clínicos realizados en Reino Unido o Estados Unidos han demostrado que el cobre elimina los microorganismos al 99% en un corto periodo de tiempo.
Por otra parte, el cobre combate directamente el problema de las infecciones nosocomiales, aquellas que se adquieren directamente en entornos sanitarios. Extrapolando las cifras de afectados por este tipo de infecciones en el Reino Unido, en España habría alrededor de 200.000 afectados anuales, de los cuales fallecerían 3.300, lo que supondría un coste directo para el sistema público de salud de 800 millones de euros. El 80% de las infecciones se transmiten por contacto, por lo que el uso de estas superficies prevendría el contagio.
Según Diego García Carvajal, Director General de CEDIC, “la instalación de superficies de cobre en un hospital de España tan importante como Vall D’Hebron sitúa al país a la vanguardia en la lucha contra las infecciones nosocomiales, las cuales se cobran miles de vidas cada año y cuestan al sistema de salud público cientos de millones de euros. El cobre antimicrobiano es una medida complementaria a las rutinas habituales de prevención, reduciendo la contaminación de las superficies entre limpiezas mientras otros materiales van acumulando patógenos hasta que se vuelven a limpiar”.
La precursora del proyecto ha sido la Asociación Catalana de Fibrosis Quística. Los pacientes de fibrosis quística padecen un riesgo especialmente alto de contraer infecciones, especialmente en las vías respiratorias, las cuales pueden llegar a causar la muerte. Por ello, el Área de Fibrosis Quística era una de las unidades más adecuadas para la instalación de superficies de cobre. Las empresas de la industria del cobre TESA y KME Spain han sido las responsables de donar el material.