La Asociación Española de Gestión Inmobiliaria, AEGI, y la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa, AVEBIOM, afirman que las medidas aprobadas por el Gobierno para impulsar un modelo de edificación sostenible incidirán muy positivamente en la integración de la biomasa para agua caliente y calefacción en proyectos de rehabilitación y reforma en edificación residencial en España. Otro aspecto que mejorará será la calificación energética y, por tanto, el valor de mercado de la vivienda.
Según IDAE, el 67% del consumo energético de un piso medio en España se invierte en calefacción y agua caliente sanitaria. En la actualidad, casi en el 90% de los casos esta necesidad se satisface mediante combustibles fósiles (gas natural, gasóleo y GLP), cuyo precio no deja de subir y sus emisiones no dejan de contaminar y devaluar la calificación energética.
La biomasa como combustible alternativo a los fósiles puede reducir la factura por compra de combustible hasta en un 70%. Su precio se mantiene estable a lo largo de los años, como se demuestra en los países pioneros en su uso (Austria, Alemania), y en España cada vez hay más suministradores certificados de pellets (la capacidad de producción se acerca ya al millón de toneladas anuales), y de hueso de aceituna y astilla de madera, los tres biocombustibles más extendidos en edificación.
Cómo rehabilitar con biomasa
Para sustituir la tecnología fósil por otra renovable, como puede ser instalar una caldera de biomasa en una comunidad de vecinos, los propietarios pueden recurrir a una Empresa de Servicios Energéticos que realizará el cambio sin que tengan que adelantar capital por la nueva instalación hasta que se amortice. Pero ahora también podrán pedir directamente un crédito al banco para la rehabilitación energética de su edificio, pues el Gobierno ha decidido ampliar las facultades jurídicas de las CCVV y otro tipo de agrupaciones de propietarios.
Como explica Javier Díaz, presidente de AVEBIOM, “los programas reconocidos para la certificación energética contabilizan “nulas” las emisiones de CO2 por la combustión de biomasa para usos térmicos, por lo que con el cambio de una caldera fósil por otra de biomasa, el edificio experimentará un gran salto hacia adelante en la calificación”.
Una oportunidad para las viviendas y la biomasa
Las sustituciones que se están ejecutando llevan aparejadas otras medidas de mejora de la eficiencia como la instalación de depósitos de inercia, hibridación con solar y en algunos casos, mejoras en el aislamiento. La generalización de todas estas acciones conjuntas logrará que aumente el confort de los habitantes del inmueble, que se reduzcan sus gastos y que su vivienda tenga una mejor calificación energética y mayor valor de venta.
“En España ya hay 2 millones de viviendas que utilizan energías renovables, pero esperamos que con estas medidas el resto de los 17 millones de viviendas vean la necesidad económica y ambiental de implantarlas de forma generalizada”, apunta Javier Díaz, Presidente de AVEBIOM.
Ayudas estatales
Con la reciente aprobación del Plan Estatal de Vivienda 2013-2016, el gobierno quiere dar un impulso a la implantación de medidas de mejora de la eficiencia energética y a las energías renovables a través de ayudas a la rehabilitación y regeneración en edificios e instalaciones para mejorar su estado de conservación, garantizar la accesibilidad y mejorar la eficiencia energética.
Entre dichas ayudas se contempla:
- Ayudas de hasta 4.000 € por vivienda para conservación, 2.000 € por vivienda para mejora de la eficiencia energética (5.000 € si se reduce en un 50% la demanda energética del edificio) y 4.000 € por vivienda para mejora de accesibilidad.
- Programa de rehabilitación energética de viviendas del IDAE: Con una dotación de 100 millones de euros, este programa busca promover la realización de medidas de ahorro y eficiencia sobre la envolvente y las instalaciones térmicas de los edificios existentes de uso residencial, y la incorporación de energías renovables (biomasa y geotermia, principalmente).
- Proyecto Clima: Compra de créditos por reducciones verificadas de CO2 en el sector de la vivienda hasta los cuatro primeros años de funcionamiento del proyecto, por parte del Fondo de Carbono para una Economía Sostenible (10M€ en 2013).