ANFALUM (Asociación Española de Fabricantes de Iluminación), firmó ayer con la Comunidad de Madrid, la puesta en marcha de la I edición del Plan Renove de Instalaciones de Alumbrado de Emergencia, que tiene como objetivo mejorar la seguridad en edificios y locales de pública concurrencia, así como promover la sustitución de los equipos convencionales por aquellos que incorporan el sistema auto-test.
Al acto acudió el presidente de la Comunidad, Ignacio González, quien estuvo acompañado en la mesa, entre otros, por Pilar Vázquez, Presidenta de ANFALUM y Aurelio González Soriano, Presidente de la Fundación ECOLUM. El presidente subrayó que “son los propios fabricantes los que, a través de incentivos, van a hacer que los instaladores puedan renovar esos equipos, para mejorar la seguridad de las instalaciones de este tipo de alumbrado”. Concretamente los fabricantes apotarán 8 euros por luminaria vendida y será el principal ente que aporte económicamente, junto con ECOLUM y AMBILAMP, a la implementación de este Plan Renove, con el objetivo de reforzar su política de fomento de la seguridad en locales de pública concurrencia.
Los aparatos de emergencia con sistema auto-test permiten conocer de manera sencilla, a través de la señal luminosa que incorporan, el correcto funcionamiento de la lámpara y de su autonomía, posibilitando que de manera inmediata puedan ser sustituidos por una empresa instaladora. Estas actuaciones persiguen fomentar la renovación de los aparatos existentes, ya obsoletos y con escasas garantías de correcto funcionamiento en locales de pública concurrencia. El Plan estará operativo a partir del 1 de septiembre.
El alumbrado de emergencia en los locales de concurrencia pública desempeña un papel clave en la seguridad, al permitir la iluminación de las señales y de las vías de evacuación, así como la localización de los equipos de alarma y protección contra incendios.
En este sentido, resulta importante que el alumbrado de emergencia funcione cuando se produce un fallo de la alimentación normal y que proporcione el nivel de iluminación previsto con al menos una hora de autonomía.
Según las estimaciones, en la Comunidad hay entre tres y cuatro millones de equipos de alumbrado de emergencia instalados, cuya duración y fiabilidad se ve reducida por factores técnicos relativos a su utilización, como el número de veces que han entrado en funcionamiento, los ciclos de recarga o la duración de la recarga.