Belatchew Labs es un laboratorio creado por los arquitectos del estudio sueco Belatchew Arkitekter que desarrolla nuevos enfoques y soluciones sostenibles a los problemas urbanos y arquitectónicos actuales tratando de ser inspiradores y novedosos.
El primer proyecto fruto de los recién creados laboratorios es el proyecto de ampliación en altura del Edificio Söder Torn (Torre Sur) ubicado en el barrio de Södermalm, en Estocolmo, cuya originalidad radica en el nuevo revestimiento exterior que cubrirá la torre que será capaz de producir de energía mediante unos filamentos piezoeléctricos que aprovecharán la energía del viento.
En proyecto original del edificio consistía en un una torre de 40 plantas, pero finalmente la obra concluyó en 1997, con solo 26 alturas, después de que el arquitecto, Henning Larsen, abandonara el proyecto al haber perdido influencia en el diseño de la torre.
Los nuevos arquitectos de Belatchew Arkitekter quieren dotar a Söder Torn de sus proporciones originales y al mismo tiempo explorar nuevas técnicas que podrían crear el parque eólico urbano del futuro.
Mediante el uso de la tecnología piezoeléctrica en un gran número de delgados filamentos, se puede producir electricidad simplemente con los pequeños movimientos generados por el viento. Los filamentos que captan la energía del viento están inspirados en la hierba o pajas que se encuentran en la naturaleza y están formados por un núcleo piezocerámico cubierto de un polímero flexible en forma de caña o pajita.
Todas las piezas-filamento de la fachada se componen de este material con propiedades piezoeléctricas que pueden convertir el movimiento en energía eléctrica. La piezoelectricidad se crea cuando la deformación ciertos cristales se transforman en electricidad. Este sistema tiene ventajas, en comparación con las turbinas de viento tradicionales, ya que es bastante silenciosa y no perturba la vida silvestre. Además, funciona a baja velocidad del viento, ya que una ligera brisa es suficiente para para iniciar balanceo de los filamentos y empezar a generar energía.
Otra de las ventajas respecto a las turbinas eólicas, es que las condiciones del viento en las ciudades, con frecuencia, varían en intensidad y dirección y las turbinas tradicionales de energía eólica requieren una corriente de viento fuerte y constante, lo que hace que el ruido y las vibraciones sean molestas para las personas y la vida silvestre. En invierno también existe el riesgo de que el hielo impida el funcionamiento de los rotores lo que hace que las turbinas sean inadecuadas para las zonas urbanas.
Las investigaciones recientes están demostrando el potencial de captación de energía del viento turbulento con este tipo de materiales con propiedades piezoeléctricas. Estos materiales tienen la capacidad de generar una carga eléctrica en respuesta a la tensión mecánica, por ejemplo, siendo estirados o aplastados.
El proyecto prevé utilizar la cubierta del edificio como espacio público mediante la instalación de un restaurante en la última planta de la actual Söder Torn y un mirador con una vista única de la ciudad de Estocolmo. La nueva extensión de este rascacielos, equivalente a 14 pisos adicionales está previsto que se termine de construir en 2030.
Además, un aspecto adicional es el estético ya que se crea un paisaje ondulado en las fachadas con el movimiento constante de los filamentos. Lo que se suele considerar como uno de los elementos más estáticos de las ciudades, los edificios, se llenan así de vida simulando un cuerpo que está respirando. Este paisaje urbano de fachadas cambiantes y ondulantes se puede ver reforzado con distintas tonalidades de iluminación nocturna que se pueden aplicar a las fachadas.
El resultado es un nuevo tipo de planta de energía eólica que abre multitud de posibilidades en la integración de las energías renovables en los edificios o incluso en la producción de energía de los propios edificios. Con la esta técnica tanto edificios nuevos como antiguos podrían convertir sus fachadas en superficies productoras de energía.