Madrid trabaja para recuperar el tejido urbano consolidado, una de las medidas municipales para reactivar la economía.

Los nuevos retos para la Ciudad de Madrid son recuperar el tejido urbano y rehabilitar edificios para recuperar la actividad económica y crear empleo. De cara al futuro, el mercado inmobiliario de la Ciudad afronta nuevas iniciativas. Por una parte, Madrid trabaja para regenerar una demanda solvente capaz de alimentar los proyectos pendientes de desarrollo puesto que, en 2012, aún había en la ciudad un remanente de 203.458 viviendas, casi dos tercios de las mismas en los PAUs de Villa de Vallecas y Vicálvaro.

Respecto a la ciudad consolidada, la idea es poner en marcha un modelo que apueste por la recuperación de los tejidos urbanos que presentan mayores deficiencias y que permita mejorar la calidad de vida y las condiciones residenciales de la mayor parte de los madrileños.

La rehabilitación de edificios es otra de las fórmulas por la que apuestan los expertos para poner en marcha este sector tan golpeado por la crisis. Los datos sobre rehabilitación colocan a España muy por debajo de la media europea donde esta faceta se sitúa incluso por encima de la construcción residencial nueva.

La reciente aprobación de la Ley 8/2013, de 26 de junio, de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas, puede ser la oportunidad que necesitaba el sector para recuperar actividad y volver a crear empleo.

Vivienda protegida, un 56,7% del total de licencias emitidas

El Ayuntamiento de Madrid concedió, entre 2008 y 2012, 13.109 licencias para vivienda protegida lo que supone el 56,7% del total de licencias emitidas cifradas en 23.123. Este periodo coincide con la fase de recesión en el sector inmobiliario que, tras un período de fuerte expansión, ha sido uno de los más castigados por la crisis económica.

El período expansivo comenzó en Madrid tras la aprobación del Plan General de 1997 que, a fin de eliminar las limitaciones del anterior plan del año 85, planteó la urbanización de casi la totalidad del suelo vacante con un techo residencial para unas 418.063 viviendas nuevas, incrementando el suelo ocupado en un 36,7%. Esto permitió que, entre 1997 y 2012, se concedieran 215.672 licencias, de las que el 93% se concentraron en la fase expansiva de 1997 a 2007. De estas licencias 83.537, el 38%, fueron para viviendas sujetas a algún tipo de protección.

PAU's

Durante los años de crecimiento, Madrid vio el desarrollo de grandes Planes de Actuación Urbanística (PAUs) en los distritos de Fuencarral-El Pardo, Villa de Vallecas, Hortaleza y Carabanchel o la reconversión de viejos distritos industriales como Arganzuela y San Blas, que han dinamizado y cambiado la fisonomía de los barrios en los que se ubican. En todos estos PAUs se establecieron porcentajes de viviendas con algún tipo de protección que variaba entre el 7,6% y 18,6%.

Pese a la disposición de terrenos para la construcción de viviendas, el precio medio del metro cuadrado de vivienda nueva se elevó en un 113,4% entre 1999 y 2007, momento a partir del cual comenzó a disminuir, de forma que entre 2007 y 2012 acumuló un descenso del 25%. De esta forma el aumento acumulado entre 1999 y 2012 aún es del 75%.

Si durante el boom los distritos modestos se contagiaron del alza generalizada de precios y acercaron estos al de los distritos más caros, cuando se ha producido el reajuste del mercado, éste ha sido también mayor en ellos con descensos sustancialmente superiores a los sufridos por otros distritos como Salamanca, Chamartín o Chamberí en los que, si bien la crisis se ha dejado sentir, su evolución ha sido mucho más favorable.

 
 
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