El pasado 1 de octubre se publicó en el BOE la resolución por la que se establecen las bases reguladoras y convocatoria del programa de ayudas para la rehabilitación energética de edificios existentes del sector residencial (uso vivienda y hotelero), y desde la Organización de Consumidores y Usuarios manifiestan una posición crítica a este nuevo programa de ayudas.
La razón es que entienden que la resolución únicamente confirma la ausencia de subvenciones reales que favorezcan la adquisición de sistemas domésticos eficientes en materia de energía. Es decir, en plena crisis, el consumidor sigue siendo el gran perjudicado en materia de subvenciones.
De las cuatro líneas de actuación que expone la resolución (mejora de la envolvente del edificio, sustitución de las maquinas térmicas e iluminación por otras más eficientes, instalación de calderas de biomasa y sistemas geotérmicos), únicamente la primera -mejora de la envolvente del edificio- implica ayudas. El resto son préstamos son reembolsables y deben amortizarse en 12 años.
No se incluye una línea de actuación para fomentar el autoconsumo (energía fotovoltaica y mini-eólica), que una vez más queda marginado de las políticas de ahorro y eficiencia del Ministerio. También denuncian la falta de planes renove para calderas y electrodomésticos, que sí estaban presentes en anteriores planes de ahorro y que contribuyeron a dinamizar el mercado con el beneplácito de todos los agentes implicados.