Recientemente tuvimos la oportunidad de alojarnos en el Stadthalle Butiquehotel situado en el corazón de Viena, y cuya peculiaridad principal es que ha conseguido ser el primer hotel urbano del mundo con un balance de energía cero. Originalmente un edificio de uso residencial de apartamentos, se ha convertido gracias a un ampliación y rehabilitación integral, en un edificio referencia en sostenibilidad y en uso responsable de la energía y de los recursos.
El hotel dispone de 80 habitaciones, 38 de las cuales se encuentran situadas en el edificio de nueva construcción, construido íntegramente con el estándar passivhaus, y 42 habitaciones en el edificio principal, una típica construcción vienesa de principios del siglo pasado, que ha sido rehabilitada en su totalidad siguiendo también criterios sostenibles. Todo el desarrollo de este proyecto ha sido posible gracias al empeño de la familia propietaria del hotel que, desde el inicio, ha considerado la sostenibilidad como su principal valor diferenciador y el objetivo principal de su negocio.
Dentro del hotel se ha querido combinar la tradición y la modernidad, lo que se ha traducido en diferencias en la decoración de la parte antigua rehabilitada, con mobiliario tradicional vienés, y la zona passivhaus donde la decoración es más moderna. Los clientes pueden elegir la zona del hotel con la que más se identifiquen. Dos de las habitaciones están adaptadas para discapacitados y otras son habitaciones familiares.
Ambos edificios están unidos mediante un vestíbulo, una amplia sala para el desayuno con una galería acristalada y un jardín que es realmente el corazón del hotel. En el jardín central, que comparten la parte rehabilitada y la parte nueva del complejo, existe una gran cantidad de vegetación que contribuye a la generación de un microclima dentro del entorno urbano con diversos espacios de estancia y disfrute.
Como anécdota, comentar que fue un empeño personal del dueño del hotel la conservación de la enredadera existente que cubría las fachadas de la parte a rehabilitar, por lo que la misma se desmontó y se volvió de nuevo a implantar una vez rehabilitada la fachada. En la parte nueva del hotel, también se ha planificado diversa vegetación para que cubra las fachadas en un futuro.
El Hotel está situado en una calle de tráfico limitado, cerca de la estación de trenes Wiener Westbahnhof, situado a pocos minutos del centro de la ciudad de Viena, a pie o utilizando el transporte público, tanto metro como tranvía, que se encuentran cerca del hotel. Dentro de la política de potenciación de la utilización de medios de transporte sostenible que integra el hotel dentro de su filosofía, aquellos clientes que han llegado a la ciudad o al hotel en tren, transporte público, bicicletas, etc. disponen de bonos verdes con un 10% de descuento cuando se alojan.
El hotel dispone de un aparcamiento para bicicletas en la zona interior del patio para los residentes del mismo que además tiene puntos de recarga para bicicletas eléctricas. Otro punto a destacar en la buena accesibilidad del hotel con ausencia de barreras arquitectónicas.
Se facilitan, mediante el alquiler, scooter eléctricas a los huéspedes para visitar la ciudad si así lo desean. Sólo se ofrecen taxis híbridos para los clientes que solicitan ese servicios y en cuanto a la movilidad sostenible, se prevé la instalación de dos puntos de recarga para coches eléctricos frente al hotel (a la espera de aprobación).
Los principales hitos de la remodelación del edificio original y de la ampliación pasiva han sido la construcción de la zona passivhaus de 5 plantas y la planta superior, la remodelación del jardín y del edificio original y la instalación una gran cubierta vegetal de lavanda.
Esta se hizo originalmente por cuestiones de eficiencia térmica pero actualmente es una de las zonas más atractivas del hotel (se puede visualizar desde todas las habitaciones interiores) y se ha convertido en la mayor plantación de lavanda de toda Viena.
En lo referente a las instalaciones de los edificios, se realizó un cambio en la bomba de calor para la producción de ACS con energía geotérmica.
Todas las instalaciones del hotel están controladas por un sistema inteligente de automatización del edificio que es el cerebro térmico y de control del mismo.
En cuanto a la generación de energía para conseguir la autosuficiencia energética, se han instalado 130 m² de paneles fotovoltaicos para producir electricidad y se ha ampliado la instalación de paneles solares para el agua caliente (93 m²). La climatización de los espacios y habitaciones (calefacción y refrigeración) se produce mediante forjados activos de hormigón por donde pasa el agua mediante tuberías integradas.
Se tiene prevista también la instalación de 3 turbinas eólicas para generar energía (a la espera de aprobación). Destacar también que gracias a la regulación existente sobre autoconsumo en Viena, el hotel puede suministrar a la red pública la electricidad sobrante en momentos de exceso de producción y tomarla de la red en aquellos momentos donde sea necesario.
El agua gris que se utiliza en el hotel es recogida, depurada y reutilizada para el riego y las descargas es suministrada por un pozo. La calidad del agua potable se ha mejorado revitalizándola con piedras naturales.
En materia de sostenibilidad medioambiental y de turismo sostenible el hotel tiene en cuenta otros factores para fomentar un estilo de vida verde en el centro de Viena entre sus huéspedes y su propio personal. Un ejemplo de ello, es la decoración de los pasillos y escaleras del hotel realizada con objetos antiguos reciclados y convertidos en obras de arte.
Dentro de las habitaciones del edificio de nueva construcción passivhaus se indica en diversas zonas de la habitación, mediante pegatinas informativas, las diferentes acciones que se han implementado para conseguir que el hotel sea sostenible.
Por ejemplo, la habitación no dispone de minibar y se justifican las emisiones de CO2 evitadas por el uso de la refrigeración para este servicio. La propuesta alternativa es que los clientes soliciten a recepción cualquier tipo de bebida que necesiten obteniendo el mismo servicio.
Para que los huéspedes del hotel comprueben que el edificio passivhaus ofrece el mismo confort y servicios que cualquier hotel, se ofrece un "Test sleeping" para aquellas personas interesadas en el edificio pasivo como forma de sensibilización.
Ya en la habitación encontramos uso generalizado de LEDs, bombillas de ahorro energético y fluorescentes, aire fresco conseguido mediante ventilación natural, electricidad producida por el sistema de paneles fotovoltaicos integrados en el edificio, mobiliario con certificación "cradle to cradle", además de indicaciones diversas de cómo podemos comportarnos de forma más sostenible en su uso.
Otras peculiaridades que apoyan la filosofía de protección medioambiental del hotel es el hecho de que en los desayunos sólo se sirven productos locales u orgánicos. Existe también un Green Guest Club para clientes habituales.
Además existe una política muy estricta de separación de residuos, recibiendo el personal una formación continua en esta temática. Los productos de limpieza utilizados para el mantenimiento del hotel son biodegradables.
Por todas las razones expuestas, el Stadthalle Butiquehotel se ha convertido en el primer hotel vienes que ha recibido la etiqueta europea de calidad ecológica y ha sido aceptado como "klima.aktiv Partner".
La estrategia y acciones llevadas a cabo con el objetivo de convertir los edificios y la actividad hotelera en referencia de sostenibilidad, no hubieran sido posibles sin el firme e innovador convencimiento de los propietarios del mismo de que existe otra forma de hacer las cosas y de que sin duda, puede seguir siendo rentable.